POLÉMICA DELEGACIÓN

La Junta andaluza autorizó la visita alemana a Doñana dos semanas antes de la campaña de boicot a la fresa

 La patronal fresera se dirigió por carta a la embajada alemana para frenar el ataque de los activistas y Alemania canceló la visita por el ruido electoral

La delegación de diputados alemanes se enteraron de la cancelación en el Ministerio para la Transición Ecológica. /

La delegación de diputados alemanes se enteraron de la cancelación en el Ministerio para la Transición Ecológica. / / Borja Sánchez Trillo /PIM

Isabel Morillo

Cuando el Bundestag alemán sacó un comunicado suspendiendo la visita de la delegación alemana a Doñana, sus diputados estaban llegando al Ministerio para la Transición Ecológica. Eran las 12.37 y el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, atendía en directo al programa de LaSexta 'Al Rojo Vivo'. Los diputados, ya en el vestíbulo, se enteraron del comunicado de su Parlamento. Comenzaron a hablar entre ellos, mientras el personal del Ministerio, ajeno a la cancelación, bajaba a recoger a la delegación. Ubicados en la tercera planta, una veintena de fotógrafos y cámaras esperaban su llegada. Sorprendidos por tanta expectación, ellos mismos sacan sus móviles para dejar constancia del seguimiento mediático que han generado. En ese momento, la vicepresidenta Teresa Ribera telefoneó a la embajadora de Alemania en Madrid, Maria Margarete Gosse, que le confirmó que se cancelaba la visita aunque tratarían de recomponer la agenda para los diputados tras volar desde Berlín. Una vez en el Ministerio, se les atiende aunque en el encuentro, confirman todas las partes, "no se habla de Doñana".

El surrealista episodio es el colofón de una visita del Parlamento alemán que el viernes se convirtió en epicentro de la polémica. Lo llamativo es que estaba cerrada desde la segunda semana de mayo por parte del Gobierno y de la Junta de Andalucía. La visita se suspendió por decisión de Alemania al comprobar el enorme ruido electoral que estaba generando y la posibilidad de que se interpretara que el Gobierno alemán venía a examinar a España extralimitándose de sus prerrogativas. Según ha podido comprobar este periódico, del cruce de mensajes, solicitudes y autorizaciones, todo ha sido una gran bola engordada por el momento político. Justo una semana antes de que los parlamentarios aterrizaran, Pedro Sánchez había convocado de forma sorpresiva las elecciones generales. Doñana iba a ser, por la proposición de ley del regadío que impulsan PP y Vox en el Parlamento andaluz, plato fuerte de la refriega electoral. Es el principal motivo, señalan fuentes del Gobierno, de que se haya pospuesto la visita.

La delegación del Parlamento alemán integraba a diputados del SPD (Partido Socialdemócrata Alemán), la CDU (Unión Cristianodemócrata/ Unión Social Cristiana), Los Verdes, Partido Liberal, Alternativa para Alemania y La Izquierda, representaba a todo el arco parlamentario. El Ministerio para la Transición Ecológica recibió la solicitud de una entrevista con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, el pasado 9 de mayo. Hace casi un mes. La iniciativa es del Parlamento alemán, en concreto de la comisión de Medio Ambiente, y la enmarcan dentro de dos salidas internacionales habituales que hacen durante el curso para conocer de cerca realidades que ocupan sus debates. En ese momento, el Gobierno no sabe con quién más iban a reunirse en España.

Pero había más encuentros cerrados. "A mediados de mayo", según ha confirmado a este periódico la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, se habían acordado varias entrevistas y encuentros. En concreto, más de dos semanas antes de que los activistas de Campact hubieran lanzado su recogida de firmas para hacer un boicot de los supermercados alemanes a la fresa de Huelva. Esa campaña se cuelga en Change.org el pasado 30 de mayo. Su eco en Alemania es mucho menor que en España.

Agenda andaluza

La Junta de Andalucía ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de alentar esa expedición alemana para "darle altavoz" al boicot a la fresa onubense pero en realidad la visita estaba cerrada por el propio Gobierno de Juan Manuel Moreno casi quince días antes. La primera solicitud fue para visitar el Parque Nacional de Doñana y la Junta dio luz verde. No solo a esa petición sino a todas las solicitudes que fueron llegando. Había prevista una reunión en Sevilla con la Consejería de Agricultura y otra con la Consejería de Sostenibilidad. La delegación viajaba a Doñana y también a Almería. Una delegación de cargos de la Junta iba a acompañar a los parlamentarios alemanes en su gira por Andalucía. “El marco era el de intercambio de información sobre lucha contra el cambio climático y gestión del agua”, confirman fuentes del Gobierno andaluz. La palabra “fresa”, señalan, no aparecía en ninguno de los documentos intercambiados. Tampoco se pidió información alguna sobre la proposición de ley del regadío en la Corona Norte de Doñana, garantiza la Junta.

La delegación del Bundestag cerró también reuniones con asociaciones de la fresa de Huelva. En la agenda no estaban ni el presidente del Consejo de Participación de Doñana, el científico Miguel Delibes, ni el director de la Estación Biológica, Eloy Revilla. Los atenderían, a propuesta de la Junta de Andalucía, el director general de Espacios Naturales, José Enrique Borrallo, y el director del Parque Nacional, Juan Pedro Castellano. Toda esta agenda se cerró “a mediados de mayo”.

Adelanto electoral

El Gobierno de la nación confiesa que le sorprendió que la delegación del Parlamento alemán no suspendiera la visita una vez que, el pasado lunes 29 de mayo, se conoció el adelanto electoral al 23 de julio. Los parlamentarios se vieron en mitad del fuego cruzado entre la Junta y el Gobierno.

En medio de esta guerra no sólo se han visto todos los partidos alemanes del Bundestag sino también la patronal de los frutos rojos. La Asociación Interprofesional de la Fresa Andaluza (Interfresa) envió tres cartas la semana pasada, el 31 de mayo, al conocer la campaña que Campact lanzó un día antes. La patronal se dirigió al ministro de Agricultura, al de Industria y al embajador de España en Alemania. El contenido de las cartas recogía gran parte del comunicado difundido la semana pasada, donde el sector advertía de que la campaña de boicot era “insidiosa y dañina”. Interfresa, tras la cancelación de la visita, reiteró su “disposición para atenderles en un futuro y poder mostrarles la realidad de este sector”. La patronal insiste en que el 100 % de las fresas y los frutos rojos exportados a Alemania cuenta con la certificación “Spring” que avala a productores y comerciantes en la gestión legal, eficiente y responsable del agua que usan para el riego. Una certificación que exigen todos los supermercados alemanes.