El pleno del Constitucional

El TC avala los juramentos alternativos de Junqueras y otros condenados del 'procés' a la Constitución

El encargado de inaugurar el turno de los juramentos diferentes fue Junqueras, quien prometió la Constitución "desde el compromiso republicano, cómo preso político y por imperativo legal"

proces

proces

Ángeles Vázquez

El pleno del Tribunal Constitucional ha dado su visto bueno definitivo a las fórmulas imaginativas con las que los diputados, la mayoría de ellos independentistas, han ido jurando o prometiendo la Constitución para obtener su escaño en el Congreso de los Diputados, casi todos ellos con la coletilla de "por imperativo legal". Lo ha hecho al resolver el recurso presentado por ocho diputados del PP contra las fórmulas utilizadas en mayo de 2019 por 29 diputados, entre ellos, el presidente de Esquerra Republicana (ERC), Oriol Junqueras, y otros tres compañeros de banquillo que también acabaron condenados en la sentencia del 'procés'.

El Constitucional ha declarado, por seis votos a cuatro, que la aceptación de las fórmulas de acatamiento de la Constitución añadidas a la expresión sí juro o sí prometo no limitan el derecho de representación política del resto de los diputados, en contra de lo argumentado por los recurrentes, que sostenían que la decisión de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, "era contrario a la naturaleza de su representación política por verse afectada la propia conformación del Congreso y suponer un trato desigual entre representantes".

En la deliberación no ha participado el magistrado Juan Carlos Campo, por ser pareja de Batet. Y los magistrados Ricardo Enríquez, Enrique Arnaldo, César Tolosa y Concepción Espejel han anunciado un voto particular al entender que el tribunal ha desaprovechado una oportunidad "para despejar una opinión que erróneamente se viene repitiendo en las sesiones de constitución de las distintas legislaturas" tras la sentencia del propio Constitucional de 1990 sobre estos juramentos, consistente en que "es válida cualquier fórmula que preceda o acompañe a la inevitable de 'sí juro' o 'sí prometo'".

Los cuatro discrepantes, partidarios de haber estimado el recurso contra las 29 fórmulas alternativas de acatamiento con las que tomaron posesión los diputados de la XIII legislatura, sostienen que se olvida que esa sentencia "solo aceptó como válida la de 'por imperativo legal, sí juro o sí prometo', pero en ningún caso podrían tenerse por válidas expresiones que condicionaran o contradijesen la naturaleza esencialmente formal y solemne del acto del juramento y su sentido último de representar un acto de homenaje y respeto a la Constitución".

No cercenan

Tras hacer un análisis de la jurisprudencia constitucional, la mayoría de los magistrados, en cambio, considera que no se ha acreditado que la decisión de la presidenta del Congreso de permitir otras fórmulas "haya incidido, cercenándolos, en los derechos y facultades que conforman el estatus propio del cargo de diputado del Congreso del que son titulares los demandantes". Además, niega que se haya producido un trato desigual entre los diputados, aunque fueran validadas todas las fórmulas de acatamiento, incluidas las de los diputados que sumaron coletillas.

La sentencia descarta que la decisión impugnada, que permitió acceder a la plena condición de diputados de quienes utilizaron fórmulas de acatamiento añadidas en las mismas condiciones que los recurrentes, no afecta al derecho de estos últimos a ejercer también en plenitud sus funciones parlamentarias de acuerdo con las previsiones legales. Ello significa que no ha existido la vulneración aducida del artículo 23.2 de la Constitución y que el tribunal no debe proceder al análisis de si existió una eventual contravención de las normas parlamentarias por dar validez a estas fórmulas de acatamiento de la Constitución.

Como el voto delegado

Los magistrados discrepantes se remiten a las sentencias sobre delegación de voto de los huidos del 'procés', en las que se declaró que la aceptación por los órganos de la cámara de unos votos emitidos por parlamentarios receptores de una delegación de voto ilegal, por proceder de diputados suspendidos en su cargo, ponía a los demás en una situación de desigualdad, al tener sus votos un valor relativamente inferior por concurrir con los emitidos ilegalmente.

Con igual o mayor razón "el voto de los diputados recurrentes queda desvalorizado al tener que computarse junto con los emitidos por personas que no han cumplido con un requisito esencial para el pleno ejercicio de su cargo, como es el acatamiento sin condiciones a la Constitución", por lo tanto no hubieran debido estar presentes en el Parlamento, a menos que Batet les hubiera advertido de que esas fórmulas no podían aceptarse como válidas y hubieran respondido en términos respetuosos con la Constitución y con la legalidad parlamentaria vigente, sostiene el voto particular.

El compromiso republicano

El encargado de inaugurar el turno de los juramentos diferentes fue Junqueras, quien prometió la Constitución "desde el compromiso republicano, cómo preso político y por imperativo legal". Luego le siguieron Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull. El primero utilizó la fórmula: "Desde el compromiso con el diálogo y la lealtad al mandato del 1-O, como preso político, lo prometo". "Como preso político y con lealtad al mandato democrático y al pueblo de Catalunya, por imperativo legal, lo prometo", fueron las palabras de Rull y Turull. Los cuatro fueron suspendidos de funciones cuatro días después al haber sido procesados por el delito de rebelión, aunque luego se les condenó por sedición.

Tanto el PP como Ciudadanos recurrieron la decisión de la Mesa del Congreso de aceptar estas fórmulas y ahora el Constitucional, al resolver el primero de ellos, ha dado carta de naturaleza a las realizadas al inaugurar la legislatura más corta de la historia española, puesto que hubo que repetir elecciones, después de que Pedro Sánchez no pudiera formar gobierno.

Entre las fórmulas utilizadas figuraban un "por la democracia y los derechos sociales", de Unidas Podemos, un "por España" del presidente de Vox, Santiago Abascal, y el "por imperativo legal" de los nacionalistas del PNV o los independentistas de Bildu, ERC o Junts.