SE APRUEBA LA ADMISIÓN A TRÁMITE
El Congreso inicia la reforma de la 'ley mordaza' con reproches de PNV, Junts y Podemos
Todos los socios del Gobierno apoyan la admisión a trámite de la proposición de ley, pero los nacionalistas vascos se quejan del protagonismo de Bildu; mientras que Podemos y Junts advierten de que la prueba de fuego llegará en las enmiendas
La reforma de la ley de seguridad ciudadana -conocida como ‘ley mordaza’- implicó un acalorado debate -como era previsible- en el Congreso. El PSOE salió en defensa de admitir a trámite un texto legal al que hasta ahora se resistía mientras que uno de los grupos con mayor protagonismo en la última negociación, EH Bildu, sacó pecho de lo conseguido. El PP, por su parte, desplegó su mayor rechazo a la nueva ley con Miguel Tellado en la tribuna, que acabó enzarzándose con los diputados del PSOE, de Sumar y con la izquierda abertzale. Además de las novedades para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en el debate se mezclaron acusaciones de corrupción con referencias a la última imputación de la mujer del presidente del Gobierno y al ‘caso Errejón’ incluidos. Con todo, la proposición de ley que inicia los trámites para la reforma salió adelante con 176 votos a favor -el bloque de investidura al completo-.
El diputado socialista, David Serrada, arrancó el debate sacando toda la artillería pesada contra la oposición a la que culpó de decir que “vivimos en el caos y en la inseguridad” mientras que “España ni se ha roto, ni se ha hundido”. El parlamentario aseguró que PP y Vox “tienen una visión muy estrecha de la realidad de nuestro país porque no aceptan la diferencia, la diversidad y los avances sociales”. También acusó a los partidos de la derecha por considerar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad “organizaciones al servicio político del poder” citando al exministro Fernández Díaz y al expresidente Rajoy. A pesar de que el PSOE se opuso a reformar la ley de seguridad ciudadana en los términos en los que hoy defienden en el Congreso, el parlamentario socialista aseguró que ahora quieren cambiar la ley porque “la realidad de nuestro país ha cambiado” y “tenemos unas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad más numerosos, una sociedad más democrática y más tolerante”.
El diputado de Sumar, Enrique Santiago, insistió en que la legislación española en materia de seguridad es “restrictiva”, sobre todo en lo que tiene que ver con el derecho de huelga, reunión y manifestación. “Es una urgencia democrática modificarla para garantizar más libertades y mayor seguridad humana”, afirmó. También culpó “a PP y la ultraderecha” del continuo “recorte de derechos civiles”, recalcando que existe “un amplio margen” para hacer cambios en la ley “sin comprometer la seguridad de la policía". Santiago también quiso valorar los avances “en la legislación sancionadora” en función de los ingresos de los infractores.
Bildu, uno de los grupos protagonistas en esta reforma, se felicitó de los avances obtenidos. El diputado Jon Iñarritu insistió en que “estamos ante una nueva oportunidad para acabar con una ley que no ha sido más que un instrumento de represión ciudadana”. Un instrumento de garantía de las libertades ciudadanas. Sobre el fin de las pelotas de goma, la izquierda abertzale aseguró que “son un material del siglo XX y es un sinsentido que se siga utilizando”. También ERC se felicitó: "Lo que parecía imposible ha dejado de serlo. Podría ser mejor, por supuesto. Pero la política es buscar acuerdos. Y esta ley ya no es la ley mordaza".
Advertencias y reproches
El que no escatimó en reproches fue el PNV. Su diputado, Mikel Legarda, garantizó el apoyo al texto -siendo uno de los grupos que ha impulsado en las pasadas ocasiones esta reforma- pero reprochó al Gobierno haber olvidado la dinámica negociadora de la pasada legislatura, “consensuando solo con Bildu” los aspectos que quedaban pendientes. “Este modo de proceder no es el más propicio para la promoción de la confianza”, advirtió, dejando claro que más adelante su grupo “se reserva el derecho a la reconsideración” de alguna cuestión fruto del equilibrio de cesiones, “que ha podido quedar descompensado”.
Podemos despejó la duda pronto y aseguró que votaría sí a la admisión a trámite, aunque insistió en que presentarán enmiendas porque la reforma es “parcial” e “insuficiente”. Hasta el punto de que su diputada afeó a ERC y Bildu “tener que explicar a su electorado el apoyo a un Gobierno que solo sabe hacer cosas de derechas”. “Esto no es un avance y lo saben. Llevamos nueve años con una ley que Sánchez prometió derogar hace seis”, se quejó.
También Junts dejó muy claro que la reforma solo “ayuda a pulir algunos de los aspectos más lesivos” y se quejó de “la mucha precaución” que se tomó el Gobierno “para no enfadar a los sindicatos policiales”. Y advirtieron desde la tribuna: “No aceptamos el juego de o lo tomas o lo dejas. Tendremos todas las prevenciones” en clara referencia al trámite de enmiendas.
Tellado: “Feijóo derogará esta reforma”
El portavoz del PP, Miguel Tellado, mantuvo un fuerte enfrentamiento contra Serrada e Iñarritu desde la tribuna. El diputado de Bildu llegó a afear al conservador “no haberse preparado la iniciativa” reprochándole incluso que fuera él quien interviniera en el pleno en lugar de otras diputadas que han ido llevando la ley en ponencia y comisión. Tellado cargó muy duramente contra la izquierda abertzale asegurando que “los mismos que fueron portavoces de la banda terrorista en un medio de comunicación hoy lo son del Gobierno de España”.
Los conservadores afirmaron que cuando Feijóo llegue al gobierno “derogarán esta ley” porque es “insensata” y responde “a los peajes que tiene que pagar el presidente”. “El inquilino de la Moncloa ha embargado su poco patrimonio de palabra para pagar cuotas cada vez más altas”, afirmó Tellado, que acusó al PSOE de “poner por encima sus cargos a la integridad física los agentes que quedan desprotegidos con esta ley”.
También Vox se erigió en el debate como "el único garante" del "orden" y de "la seguridad como garantía de la libertad".
Claves de la reforma
Los cuatro artículos clave que se modifican afectan al material antidisturbios, la desobediencia y resistencia, las faltas de respeto a la autoridad y las devoluciones en caliente. El PSOE se opuso a algunas modificaciones que ahora ha aceptado. En concreto, la retirada progresiva de las pelotas de goma y su sustitución por medios menos lesivos, así como terminar con las sanciones "injustificadas o basadas en interpretaciones subjetivas" en las faltas de respeto a la autoridad.
También se considerarán infracción leve "los insultos o injurias cuyo destinatario sea un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en el ejercicio de sus funciones de protección de la seguridad, cuando estas conductas no sean constitutivas de infracción penal". La desobediencia o resistencia a la autoridad habrán de ser manifiestas, claras y objetivables y se considerá infracción leve la negativa a identificarse ante los agentes.
En cuanto a las devoluciones en caliente, seis meses después de la entrada en vigor de la nueva ley de seguridad ciudadana se abordará la reforma de la Ley de Extranjería con una nueva disposición que "deberá reconocer y garantizar los derechos de las personas migrantes y asegurar que las solicitudes de asilo se tramitarán conforme a lo establecido en la normativa de Derechos Humanos y protección internacional".
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