COALICIÓN DE GOBIERNO
Sumar alertó del riesgo del decreto ómnibus al ala socialista del Gobierno: "Había que trocearlo"
El socio minoritario de la coalición cree que debe producirse un cambio de estrategia ante la complejidad parlamentaria

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, este jueves en la reunión interministerial en Comunidad Valenciana. / Manuel Bruque
El revés parlamentario del decreto ómnibus aunó a las dos alas del Gobierno en una misma estrategia: responsabilizar al PP por la caída de las medidas sociales y eximir a Junts, que también votó en contra pero que sigue siendo necesario para la mayoría de investidura. Pero si públicamente PSOE y Sumar han ido a una a la hora de limitar las culpas al partido de Alberto Núñez Feijóo, en privado existen diferencias sobre la estrategia para sacar adelante las propuestas. En las filas de Yolanda Díaz consideran que el método 'ómnibus' está agotado y complica aún más armar las mayorías necesarias en el Congreso. Una inquietud que los miembros de Sumar llegaron a trasladar al ala socialista en Consejo de Ministros, señalan fuentes conocedoras.
Este método ha sido empleado por todos los Gobiernos en algún momento, pero se instaló en la política en 2020, a raíz de la pandemia, cuando el Gobierno comenzó a aprobar por decreto el llamado "escudo social' y sus sucesivas prórrogas, que después se convirtieron en decretos para la obtención de fondos europeos y más tarde fueron reconvertidas en ayudas por la guerra de Ucrania. En sus extensiones, el Gobierno ha venido incluyendo medidas de distinto cariz en el mismo paquete legislativo, vinculando así políticas del Gobierno con las medidas sociales y ampliamente aceptadas por el arco parlamentario.
En las filas de Díaz consideran que esta vía resultaba eficaz durante la pandemia o la crisis inflacionista de hace casi tres años porque la situación obligaba a apoyar las medidas, pero desde hace meses consideran que esta opción tiene los días contados, debido a la complejidad parlamentaria y la ruptura del bloque de investidura, entre el ala de izquierdas y los conservadores de PNV y Junts. La reflexión se viene haciendo desde el año pasado en las altas instancias de Sumar.
Hay quien observa lo ocurrido el miércoles como un "fracaso" en la "estrategia negociadora" del PSOE, al plantear que el decreto ómnibus "son lentejas" y que el resto de fuerzas debe aprobarla. En el extenso paquete de medidas que cayó el miércoles -tenía 140 páginas- se incluían medidas con respaldo parlamentario suficiente, como la subida de pensiones o las subvenciones al transporte, pero también otras propuestas más polémicas, como la suspensión de los desahucios, incluidas las viviendas okupadas -una medida pactada con Podemos-, y la cesión al PNV de un Palacete en París. PP y Junts se valieron de estas últimas para justificar su rechazo.
En Sumar creen que "había que trocear" el decreto en distintos paquetes legislativos para garantizar la aprobación al menos de una parte de las propuestas. Una reflexión que llegaron a exponer los ministros de Sumar durante Consejo de Ministros a la parte mayoritaria del Gobierno, el encargado último del diseño legislativo. El decreto ómnibus incluía medidas de distintos ámbitos; la única que afectaba al Ministerio de Trabajo era la prórroga del Salario Mínimo Interprofesional de 2024, que quedó sin vigencia este jueves. El departamento de Díaz trató de evitar efectos adversos del fiasco parlamentario y emitió este jueves un informe advirtiendo a las empresas que debía respetarse esa cantidad, y que la Inspección del Trabajo estaría vigilante sobre este punto.
La derrota sufrida esta semana, creen, marcará un punto de inflexión en el Gobierno a la hora de enfrentarse a nuevas negociaciones, y apuntan a que "el PSOE tendrá que cambiar de estrategias" para evitar nuevos reveses. Y, desde luego, dan por zanjada la etapa del decreto ómnibus, apostando por decretos diferenciados que permitan jugar con al aritmética parlamentaria.
Esta tesis encaja en cierto punto con la de Moncloa, donde avanzan que a partir de ahora negociarán "ley a ley". Al mismo tiempo, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado que estudiarán las medidas que puedan generar consenso para aprobarlas de nuevo en otro eventual decreto, aunque desde el Gobierno enfrían las prisas por aprobar la subida de las pensiones o las ayudas al transporte de manera inmediata, dentro de su estrategia para desgastar al PP responsabilizándole de lo ocurrido.
El Gobierno ya vivió hace un año una situación similar, cuando el 10 de enero de 2024 Junts amenazó con dejar caer el decreto que prorrogaba las medidas que se activaron primero por la pandemia y después por la crisis inflacionista tras la guerra de Ucrania. La legislatura apenas echaba a andar y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, negoció con los de Carlos Puigdemont la cesión de competencias de migración a Cataluña y terminó salvando su decreto, mientras decayó la reforma de los subsidios de Yolanda Díaz, tumbada por Podemos.
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