RELACIONES EN EL CONGRESO

El PP instruye a sus diputados para ir al ataque sin miedo: "El PNV no nos apoyará nunca"

En la reunion del grupo parlamentario de esta semana tomó la palabra un invitado inesperado: Javier de Andrés, líder del PP vasco, para cargar contra el PNV y dejar claro a los diputados que "nunca apoyaran al PP mientras tengan alternativa"

El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, durante la reunión de la Diputación Permanente, en el Congreso de los Diputados, a 22 de enero de 2025, en Madrid (España). La Diputación Permanente vota hoy si cita para comparecer de manera urgente en el Pleno, a petición del PP, a los ministros de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación; Ciencia, Innovación y Universidades; Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes; y Transformación Digital y Función Pública. 22 ENERO 2025;POLÍTICOS;POLÍTICA;DIPUTACIÓN PERMANENTE;CONGRESO;DIPUTADOS;MINISTROS;VOTACIÓN; Gabriel Luengas / Europa Press 22/01/2025. MIGUEL TELLADO;Gabriel Luengas

El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, durante la reunión de la Diputación Permanente, en el Congreso de los Diputados, a 22 de enero de 2025, en Madrid (España). La Diputación Permanente vota hoy si cita para comparecer de manera urgente en el Pleno, a petición del PP, a los ministros de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación; Ciencia, Innovación y Universidades; Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes; y Transformación Digital y Función Pública. 22 ENERO 2025;POLÍTICOS;POLÍTICA;DIPUTACIÓN PERMANENTE;CONGRESO;DIPUTADOS;MINISTROS;VOTACIÓN; Gabriel Luengas / Europa Press 22/01/2025. MIGUEL TELLADO;Gabriel Luengas / Gabriel Luengas

La hostilidad entre PP y PNV, ya sin disimulo, parece no tener techo. El portavoz de los populares en el Congreso, Miguel Tellado, lidera el sector del grupo parlamentario que piensa que con los nacionalistas vascos no hay nada que hacer. La agenda que puedan compartir -sobre todo, en algunas cuestiones económicas, aunque no solo- será eso: una coincidencia. Ocurrió con la enmienda que tumbaba el impuesto a las energéticas, donde no hubo una negociación como tal, a diferencia de las conversaciones que sí mantuvieron con Junts. El grupo que encabeza Aitor Esteban no considera que las relaciones estén “rotas” porque simplemente no existe esa interlocución.

Lo que prácticamente cada semana se evidencia en el Congreso es un malestar mutuo que no deja de crecer. A pesar de que hay voces dentro del PP que consideran negativo mantener un tono tan duro, ahora además que están desarrollando una estrategia para romper poco a poco la mayoría de Pedro Sánchez apoyándose tanto en los nacionalistas vascos como en los independentistas catalanes, la tendencia que se va imponiendo en el grupo es la que defiende Tellado: atacar al PNV sin miedo. Y en este contexto, el pasado martes en la reunión que todos los diputados mantienen con el portavoz antes de cada pleno, apareció un invitado inesperado: Javier de Andrés, líder del PP en Euskadi.

De Andrés siempre ha defendido que del PNV “no se puede esperar nada” y es contrario, como Tellado, a que su partido afloje el discurso contra los de Andoni Ortuzar. De hecho, el diputado del Parlamento Vasco tomó la palabra para hacer una cronología, una especie de resumen, entre las relaciones que los dos partidos han mantenido a lo largo de su historia. La conclusión, según cuentan algunos de los que presenciaron la reunión, fue que el PNV “nunca apoyará al PP si tiene otra alternativa”. “Ni son de fiar ni van a pactar con el PP si pueden evitarlo”, reiteró el exdelegado del Gobierno en el País Vasco.

La otra consigna fue, precisamente, la de que no tuvieran reparos en lanzarse al ataque contra los nacionalistas vascos. Tellado, en la rueda de prensa ese mismo día, el martes, elevó el tono -incluso más de lo habitual- para tildar de “asqueroso, miserable e indecente” el acuerdo por el que el Gobierno cede al PNV un palacete histórico en París, cerca de los Campos Elíseos. El edificio es la sede del Instituto Cervantes en la capital francesa y los nacionalistas vascos reivindican su propiedad. Insisten además en que se trata de un acuerdo alcanzado ya con Mariano Rajoy que no se ejecutó.

“¡Qué burla! Regalar al PNV edificios públicos sin cumplir los requisitos establecidos por la ley de Memoria”, dijo Tellado hace unos días, acusando a los nacionalistas de “aprovechateguis”, y recriminando que el partido “que siempre da lecciones a los demás” condicione la gobernabilidad de España “haciendo negocio con un edificio público”.

Esa beligerancia, que sorprendió a algunos dirigentes, estuvo acompañada de esta charla entre el líder del PP vasco y los diputados, instándolos a tomar el mismo camino. En esa reunión no se fijó el sentido del voto en el decreto ómnibus -el más delicado de los que se iban a debatir al día siguiente, ya que los diputados se enteraron casi al final de lo que debían votar-.

Alberto Núñez Feijóo, que envía de vez en cuando algún recado al PNV, siempre se ha mantenido lejos del tono empleado por su portavoz. Este jueves, preguntado por los periodistas, sí reconoció que considera que el PNV “se ha convertido en un satélite del sanchismo” y que las relaciones solo podrán recuperarse cuando “vuelva a ser un partido con criterio, capaz de pactar con unos y otros”.

Pero el sector del PP que no cree en ese acuerdo insiste en que el PNV pactará con el PSOE mientras haya una sola oportunidad. Eso fue lo que recalcó De Andrés. Para el PP la moción de censura que finalmente los nacionalistas apoyaron para echar del poder a Mariano Rajoy en 2018, justo dos días después de haber apoyado el Presupuesto, es una espina muy difícil de quitar.

Aún así, cuando Feijóo aterrizó en la presidencia nacional del PP siempre tuvo en la cabeza recuperar las relaciones con el PNV, por delante de Junts. Su tesis era muy distinta a la que tienen ahora estos dirigentes de su partido, y todavía con Íñigo Urkullu de lehendakari, veía una oportunidad mayor. Durante muchos años, él en la Xunta y el vasco en la lehendakaritza, tejieron una complicidad política evidente. Compartían las formas y en muchas ocasiones, el fondo. 

Pero el primer golpe para Feijóo fue el rechazo rotundo de los nacionalistas a hablar sobre su posible investidura (le faltaban cuatro votos tras sumar a Vox). No habían pasado ni 24 horas de las elecciones generales cuando Ortuzar se anticipó a cualquier ofrecimiento: no harían presidente a Feijóo mientras estuviera Vox en la ecuación. A partir de ahí, la realidad es que las relaciones solo fueron a peor. En el PP consideran que el PNV, que gobierna con el PSE en Euskadi, está “completamente atados” a Sánchez. 

La cuestión ahora es que parte de los conservadores se inclinan en romper cualquier vínculo y darlos por perdidos del todo, frente a los que -aun compartiendo que el PNV “ha perdido credibilidad” deberían dejarse la puerta abierta-. Entre otras cosas, reflexionan, porque si no lo hacen la dependencia de Junts es absoluta para tumbar votaciones a Sánchez.

Los nacionalistas vascos en el Congreso tampoco tienen reparos en contestar a Tellado. Aitor Esteban lo hizo públicamente esta semana, volviendo a llamarle “torpe” y “maleducado”. También le acusó de tener ideas “neofascistas” teniendo en cuenta que el edificio en discordia albergó la sede del Gobierno vasco en el exilio y finalmente fue tomado por la Gestapo nazi. De ahí que el PNV reivindique ahora “la justicia” que se hace al recuperarlo. Y consideran que la no convalidación del real decreto ley el miércoles no tiene ningún efecto porque ya es de su propiedad legalmente al haber transcurrido un mes desde que se publicó en el BOE.

Los populares, sin embargo, plantean dar la batalla legal. De Andrés llegó a sugerir que podía tratarse de un caso de “financiación ilegal” de su partido, dejando claro que la hostilidad todavía puede escalar más entre las dos formaciones.

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