TRAS PACTAR EL DECRETO SOCIAL
El Gobierno ultima la quita de deuda a Cataluña y empuja la negociación con Junts para los Presupuestos
Moncloa recupera la “esperanza” de apuntalar la legislatura con unas cuentas públicas tras reconducir las relaciones con el partido de Carles Puigdemont

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia para dar cuenta del decreto social aprobado en el Consejo de Ministros del pasado martes. / José Luis Roca
El acuerdo con Junts para salvar en un nuevo decreto las medidas del escudo social ha extendido dentro del Gobierno un optimismo contenido. Tanto en la parte socialista como en Sumar consideran ahora que tienen más posibilidades de sacar adelante los Presupuestos para enderezar la legislatura. Si hace unos días se preparaba el terreno para asumir una nueva prórroga de las cuentas públicas, ante la falta de avances, en las últimas horas cambió el escenario al reconducirse las relaciones. En Moncloa ven así una brecha para empujar la negociación de Presupuestos. Los tiempos están tasados, con el plazo de alrededor de un mes hasta que se debata la iniciativa de Junts sobre la cuestión de confianza, y el Gobierno quiere empezar a cerrar las carpetas de compromisos acumulados. Comenzando por la quita de la deuda.
Hacienda convocará en los próximos días a las comunidades autónomas al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). La vicepresidenta primera y titular de Hacienda, María Jesús Montero, no ha fijado todavía la fecha, pero si avanzó este miércoles que “haremos reserva de agenda para que los consejeros tengan planificación respecto a que se va a celebrar". La intención del Gobierno es llevar al orden del día, principalmente, la condonación de parte la deuda a las comunidades autónomas. Sin embargo, desde el departamento que dirige Montero recuerdan que las comunidades siempre pueden abordar los asuntos que estimen oportunos en el turno de ruegos y preguntas.
Se trata así de avanzar en un compromiso de investidura con ERC, pero que se ha extendido a modo de ‘café para todos’ al resto de comunidades que quieran negociar con el Ejecutivo una quita parcial. Pedro Sánchez ya se comprometió en la Conferencia de Presidentes celebrada el pasado mes de diciembre en Santander a volver a reunir a las comunidades en este foro con los consejeros de Hacienda para negociar la condonación de la deuda con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Una cuestión que genera tensiones dentro del PP y que Montero, en su doble condición de ministros de Hacienda y líder de los socialistas andaluces, no duda en utilizar para achacar contradicciones al presidente Juanma Moreno.
La intención del 'president' de la Generalitat, Salvador Illa, pasa por exigir la condonación del 20% de la deuda. Según la declaración conjunta que firmó conjuntamente con los agentes sociales, esta medida reduciría la deuda de Cataluña en unos 16.000 millones de euros, a los que se suma el ahorro en intereses “en los próximos años” de 1.500 millones.
Desde el Gobierno sostienen su confianza para empujar la negociación de los Presupuestos con Junts en que hay avances en otros compromisos pendientes como la delegación a Cataluña de las competencias en inmigración. Para los posconvergentes se trata de una carpeta imprescindible que quieren cerrar antes de abordar las cuentas públicas. Según explicaba este miércoles el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, uno de los negociadores directos del Gobierno con los de Carles Puigdemont, esta transferencia “está bastante avanzada, pero no cerrada”. El encaje constitucional sobre el control de fronteras sigue siendo el principal escollo.
Carpetas económicas
Más allá de esta carpeta y otras que no dependen exclusivamente del Ejecutivo, como la oficialidad del catalán en las instituciones europeas, la negociación se dirige por un derrotero más económico. Desde los avances en el concierto económico hasta la modificación de la senda de estabilidad para dar más margen fiscal a las comunidades autónomas.
Ambas exigencias se vinculan a dar el visto bueno al paquete de medidas económicas troceadas del decreto ómnibus. Entre ellas, la actualización de las entregas a cuenta de las comunidades autónomas. El Ejecutivo agrupa estas carpetas y las liga a su vez a tener garantías para aprobar unas nuevas Cuentas. De ahí que el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, señalase que, tras pactarse con Junts el nuevo decreto social, “ahora el siguiente acuerdo que tiene que venir es el de los Presupuestos”.
Reunión con Puigdemont
Lo que sí alejan por el momento en Moncloa es una reunión fuera de España entre el presidente del Gobierno y líder de Junts y expresident, Carles Puigdemont, para atornillar lo que denominan “amnistía política”. Aunque se asume, se evitan fechas y no está en la agenda, al inclinarse por la lógica política de que dicha reunión se asocie a un acuerdo trascendental, como serían los Presupuestos. El ministro de Presidencia y Justicia calificaba este encuentro como un “asunto bastante menor” en comparación con el resto de asuntos sobre la mesa. El ‘expresident’ ya advirtió tras dar por suspendidas las negociaciones con el PSOE, ahora “descongeladas”, que no rehabilitarlo como “interlocutor político” es una circunstancia que “no facilita las cosas”.
En el Ejecutivo evitan lanzar las campanas al vuelo y reconocen las dificultades con Junts, pero con el mensaje positivo de que “vamos avanzando”. El acuerdo para desbloquear el escudo social ha sido un aldabonazo para la hoja de ruta del Gobierno tras el varapalo del Congreso de hace una semana. La vicepresidenta primera insistía en la complejidad de armar mayorías parlamentarias, con Junts priorizando que sea tenido en cuenta como un actor independiente al margen del bloque de investidura. Sin embargo, Montero señalaba que tras el acuerdo sellado esta semana hay "motivo de esperanza para sacar adelante los Presupuestos.
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