El PSOE y Junts se reunieron el lunes en Suiza con el catalán y la amnistía sobre la mesa

El PSOE y Junts se volvieron a citar este lunes en Suiza. Según ha podido saber El Periódico, los negociadores de los dos partidos celebraron la reunión mensual prevista en el acuerdo de investidura -estaba pendiente de celebrarse desde el mes de abril-, justo mientras España vivía un apagón eléctrico histórico. Aislados de esta situación, la reunión en el país helvético tuvo lugar en un momento clave para las relaciones entre las dos formaciones, ya que los posconvergentes han vuelto a exigir resultados antes del verano en las dos principales carpetas pendientes: la oficialidad del catalán en la Unión Europea y la aplicación de la ley de amnistía.

La reunió se celebró también a las puertas de la aprobación de la reducción de la jornada laboral por parte del Consejo de Ministros. Estaba previsto que la nueva ley quedara aprobada este martes por parte del Gobierno y pendiente de la convalidación del Congreso de los Diputados, pero el apagón lo ha aplazado hasta este miércoles. Sin embargo, su posterior validación en la Cámara no está ni de lejos garantizada. Junts, cuyos votos son imprescindibles para que prospere, se inclina por votar en contra de la propuesta.

Fuentes de la formación niegan que esta cuestión, que es la medida estrella de la vicepresidenta Yolanda Díaz, se aborde en los encuentros con el PSOE. Al margen de la relación con los socialistas, la dirección de Junts se ha reunido con la cúpula de Sumar y del ministerio de Trabajo, tanto en Madrid como en Barcelona, pero no han logrado acercar posiciones.

Las carpetas pendientes

Con el PSOE hay varias carpetas pendientes. Cuando el pasado invierno el expresidente y líder de Junts, Carles Puigdemont, decidió dejar en 'stand by' las negociaciones con los socialistas, lo hizo reclamando avances en estos dos ámbitos, además de en la delegación de competencias en inmigración. Esta última cuestión, a pesar de que queda pendiente toda la tramitación parlamentaria y superar el escollo de Podemos, quedó desbloqueada después de que Junts retirara su ultimátum -en forma de cuestión de confianza- a instancias del mediador internacional. Pero los posconvergentes avisan de que las relaciones están ahora en una especie de "prórroga" y de que son necesarios avances en las otras dos cuestiones.

El catalán y la amnistía son dos carpetas complicadas, ya que no dependen directamente del Gobierno. La inclusión del la lengua catalana en la lista de nuevas lenguas oficiales de la UE necesita unanimidad entre los 27 Estados miembros y aún hay algunos países que tienen reticencias. Por esta razón, Junts exige la implicación directa de Pedro Sánchez para convencerlos.

En cuanto a la amnistía, una vez aprobada la ley en el Congreso de los Diputados, su aplicación depende de los tribunales. Sin embargo, los posconvergentes defienden también que el Gobierno podría hacer más para que los jueces la ejecuten. El próximo 11 de junio se cumplirá un año de la entrada en vigor de la norma, pero Puigdemont continúa sin poder beneficiarse de ella.

De momento, el Tribunal Supremo ha rechazado exonerar a los líderes del 'procés' del delito de malversación, pero en junio se espera una primera resolución del Tribunal Constitucional a favor de la constitucionalidad de la norma -por la mayoría progresista actual-, y la formación liderada por Puigdemont espera que este primer veredicto vaya acompañado de un pronunciamiento sobre la inclusión del delito de malversación en la amnistía. Si se cumple esta previsión, dirigentes del partido ven posible que Puigdemont pueda regresar ya a Cataluña sin riesgo de ser detenido.

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