Muchas regiones se enfrentan a graves riesgos para la salud, como altas tasas de mortalidad materna y neonatal o la propagación de enfermedades infecciosas. Los grandes avances en relación con el aumento de la esperanza de vida y la reducción de algunas de las causas de muerte más comunes relacionadas con la mortalidad infantil y materna durante las últimas década ofrecen una gran esperanza, pero para lograr la meta de este Objetivo, que establece que en 2030 haya menos de 70 fallecimientos, requiere de la mejorar en la asistencia cualificada en los partos. También es necesario reducir las muertes prematuras por enfermedades no transmisibles en un tercio para 2030 a través de la aplicación de tecnologías más eficaces de combustibles limpios para cocinar y educación sobre los riesgos del tabaco.

Todas las iniciativas son necesarias para lograr los objetivos de erradicación por completo una amplia gama de enfermedades y hacer frente a numerosas y variadas cuestiones persistentes y emergentes relativas a la salud.

Las clave se asientan en proporcionar financiación más eficiente a los sistemas de salud, mejorar el saneamiento y la higiene, aumentar el acceso a los servicios médicos y proveer más consejos sobre cómo reducir la contaminación ambiental.