Cintillo ODS

Frente a los ambiciosos retos marcados por las Naciones Unidas para el 2030 con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) parece que ha surgido un gran bache que habrá que sortear como sea posible: la pandemia del coronavirus. En ese sentido, en algunos foros se ha planteado la posibilidad de prorrogar el plazo para conseguir los retos más allá de ese año, o que en el caso del objetivo número 2 «Hambre cero» se reduzca el alcance a un porcentaje de la población. Sin embargo, José Graziano da Silva, ex director general de la FAO (Organización de las Naciones Unidas de la Alimentación y la Agricultura) y del Instituto Fome Zero de Brasil, lo tiene claro: «El único número aceptable con el hambre es el cero».

Según los datos de las Naciones Unidas, alrededor de 690 millones de personas en el mundo pasan hambre, lo que supone un 8,9 % de la población en el mundo. Estas cifras además suponen, después de tres décadas en las que el problema del hambre se reducía poco a poco, un incremento del número de personas que pasan hambre en el mundo. En concreto, 10 millones más de personas en el último año y 60 millones más en el último lustro.

Además, alrededor de 135 millones de estas personas padecen hambre severa como producto de conflictos bélicos, el cambio climático y recesiones económicas. A todo ello se suman ahora los efectos de la pandemia de coronavirus. La Covid-19 podría, según insiste la ONU, duplicar esa cifra con otros 130 millones de personas en situación de hambre severa.

Ante este nuevo escenario, ha habido voces que han cuestionado si es posible la erradicación del hambre para 2030. «Hubo quien intentó prorrogar la fecha o que se consiguiera un porcentaje del objetivo», cuenta Graziano da Silva, quien, no obstante, se aferra a que conseguir el «hambre cero» debe ser fundamental en la estrategia de las Naciones Unidas: «El objetivo número 2 de erradicar el hambre junto con el 1 de eliminar la pobreza son las dos metas más ambiciosas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Si no alcanzamos esas dos primeras metas, no alcanzamos ninguno de los otros 17 ODS», asevera.

En ese sentido, Graziano da Silva sostiene que la consecución de la eliminación del hambre para el año 2030 es algo irrenunciable, para lo que reclama «voluntad política». «No es como mandar a alguien a Marte. Sabemos cómo dar de comer a la gente. No es que falte producto. Sobra producto. Se desperdicia un tercio de todos los alimentos que producimos. Lo que falta es plata para comprar los alimentos. La gente tiene hambre porque no tiene acceso a los alimentos. Y eso se debe a la pobreza extrema y a la concentración de la riqueza en manos de unos pocos», reivindica. «Eso se cambia con voluntad política», insiste.

Un plan urgente ante la pandemia

Ante los riesgos que ya está provocando la pandemia de la Covid-19 en las poblaciones más vulnerables, la FAO ha instado a los países miembros de las Naciones Unidas a elaborar planes urgentes para satisfacer las necesidades alimentarias inmediatas de estas personas, estimular los programas de protección social, mantener el comercio mundial de alimentos, mantener en funcionamiento los engranajes de las cadenas de suministro nacionales y apoyar la capacidad de los pequeños productores para aumentar la producción de alimentos.   D. Laguía València