Objetivos de desarrollo sostenible

El futuro del tejido empresarial industrial valenciano pasa por las alianzas. En un entramado dominado por las pequeñas y medianas empresas -más del 93 % de las compañías valencianas son pymes-, las asociaciones empresariales entre éstas y las coaliciones también con sociedades mayores para aprovechar al máximo sus virtudes potenciales se antojan como una de las principales claves para fortalecer la industria valenciana ya no en el futuro próximo, sino en el más inmediato presente.

Así quedó reflejado el pasado lunes en el desayuno informativo que acogió las instalaciones del Club Diario Levante en el marco de los encuentros que organiza el periódico en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) aprobados por la ONU que patrocinan Valenciaport, Facsa y Caixa Popular, y que en esta ocasión contaron con la colaboración especial del Ayuntamiento de Paterna. La cita giró alrededor del apartado de «industria» del ODS número 9, que también recoge la innovación y la infraestructura. El debate fue moderado por el director general de Relaciones Institucionales de Levante-EMV y otros medios de Prensa Valenciana, Julio Monreal, y contó con la participación de Juan Antonio Sagredo, alcalde de Paterna; Salvador Puigdengolas, decano del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de la Comunitat Valenciana (COIICV) -que lo hizo por videoconferencia-; Lucía Calabria, técnica de Innovación y Emprendedurismo en Fundación Valenciaport; Ricardo Sáez, director general de Sitra, área de gestión del agua industrial de Facsa; Juan Gallur, director del área Banca Empresa de Caixa Popular; y José Ángel Sospedra, director del área de la Comunitat Valenciana y Baleares de CBRE-España. Todos ellos coincidieron en la importancia de abordar las alianzas empresariales para fortalecer el tejido empresarial valenciano, así como en la necesidad de invertir los nuevos fondos de reestructuración de la UniónEuropea desde una perspectiva medioambiental sostenible y con una buena predisposición tanto hacia la digitalización como hacia la innovación.

«El 93,57 % del tejido empresarial valenciano son pequeñas y medianas empresas, y un 40 % son personas físicas. Tenemos que fomentar la alianza entre ellas», aseveró Salvador Puigdengolas, que sacó a relucir el término «coompetencia, que es la competencia colaborativa». «Tenemos que ayudarnos, juntos somos más fuertes», insistió el decano del Colegio de Ingenieros Industriales antes de apuntar que «la Dirección General de Cooperativismo está apostando por estos modelos de cooperativismo para la supervivencia de la pequeña y mediana empresa en nuestra Comunitat, y más en una crisis pandémica como la que estamos viviendo».

«El sector logístico en València está formado por muchas empresas pequeñas transitarias o los propios transportistas, que en muchos casos son autónomos, lo que provoca una pérdida de competitividad. Tenemos un problema de microempresas», abundó Lucía Calabria, de la Fundación Valenciaport, que recalcó que «cuanto más grande es una empresa mayor acceso tiene a innovación y digitalización, y esos son factores diferenciales que pueden hacerle triunfar».

En ese sentido, Juan Gallur, de Caixa Popular, recordó que «hay un ODS, el número 17, que precisamente habla de las alianzas». «Al final, las alianzas son la manera de competir. Las pequeñas y medianas empresas no necesariamente tienen que acudir a fusiones o a la desaparición de modelos de negocio, sino que entre varias empresas pequeñas pueden generar alianzas», propuso Gallur, que empleó como ejemplo a la propia Caixa Popular, integrada en una red de colaboración de entidades financieras a nivel nacional que le permite competir a gran escala.

«El hecho de ser pequeño también te da unas virtudes de rapidez, de flexibilidad, de adaptación al mercado... no son empresas e infraestructuras que cuestan tanto de mover como es el caso de las grandes corporaciones. Tienes talento y, luego, si te sabes tejer una red de alianzas que te permita llegar a esa economía de escala puedes competir muy bien en el mercado. Es por lo que habría que apostar más por las alianzas empresariales. Y estamos viendo con la pandemia cómo empresas pequeñas, medianas y también grandes están buscando alianzas con otras que parecían competidoras para poder afrontar los retos del mercado», añadió Gallur.

«Es un tema de cultura y mentalidad. Para que haya sinergias los tienes que poner juntos a trabajar. Hay espacios de coworking que permiten generar esas sinergias y que fluyan las alianzas», aportó José Ángel Sospedra, que valoró que «hay empresas grandes, que tienen falta de agilidad, que están contratando startups y así se complementan con las pequeñas para poder invertir en tecnología e innovación».

Como paradigma de red de alianzas, Puigdengolas propuso «un espejo donde mirarnos: la industria del País Vasco». «No solo desde el punto de vista industrial las grandes corporaciones están asentadas allí, sino que también tienen otro objetivo, que es ayudar a todas aquellas pequeñas empresas a subsistir». «Estamos colaborando con la Dirección General de Cooperativismo para traer ese modelo, ese cooperativismo industrial que en el País Vasco está tan desarrollado y aquí lo tenemos mucho menos desarrollado», señaló.

"La concienciación de la gente es la que va a conseguir que la industria sea realmente sostenible"

RICARDO SÁEZ - DIR. GENERAL DE SITRA, ÁREA DE GESTIÓN DEL AGUA INDUSTRIAL DE FACSA

Fondos de reestructuración

Si hay un aspecto en el que administraciones, compañías y otros entes tienen la mirada fijada ahora mismo es en los fondos de reestructuración comprometidos por la Unión Europea. ¿Dónde y cómo hay que invertir ese dinero? «La respuesta es la Agenda 20-30. Creo que ha sido un gran acierto que el tener una Agenda 20-30 por parte de los municipios y las administraciones en general sea una de las condiciones para poder optar a esos fondos», apuntó el alcalde de Paterna, Juan Antonio Sagredo, que hizo hincapié en la necesidad de tener un plan trazado para ello: «Si no tenemos claro hacia dónde vamos a corto, medio e incluso largo plazo, la gestión no es buena».

Respecto a qué hará el propio Ayuntamiento de Paterna, Sagredo aseguró que ya tienen «muchísimos proyectos redactados, lo que agiliza muchísimo el poder ejecutar, que es precisamente lo que te pide Europa». «Estos fondos son para cambios significativos y estructurales que nos han de preparar para el presente y el futuro», apostilló el alcalde de Paterna, que recordó que en su municipio hay seis polígonos industriales de diferente naturaleza: el parque científico de la Universitat de València (UV), el Parque Tecnológico -donde más del 90 % de las empresas se dedican a I+D+i-, otros de índole más tradicional como L’Andana, Fuente del Jarro o Los Molinos, y el parque empresarial Táctica, con un carácter más logístico. «Cuando hablamos de Paterna podemos hablar de una pequeña España en cuanto a materia de industria porque abarca todo tipo de empresas», remarcó Sagredo.

« Los consumidores se han dado cuenta del poder que tienen con sus decisiones de compra»

JUAN GALLUR - DIRECTOR DE BANCA EMPRESA DE CAIXA POPULAR

Cuidado del medio ambiente

Entre las principales condiciones para recibir estos fondos se encuentra la condición medioambiental. «Tenemos que apostar por una industrialización inclusiva y sostenible desde una transición energética que nos permita poner en valor lo que son las industrias de nuestra Comunitat dentro de lo que son los ODS y teniendo en cuenta también el cuidado del medio ambiente», sostuvo Puigdengolas. En ese aspecto de la sostenibilidad goza de gran impacto el agua, y así lo hizo saber Ricardo Sáez, director general de Sitra, área de gestión del agua industrial de Facsa: «El agua es esencial para la industria y es un recurso indispensable para ella». «Existen muchas tecnologías y métodos para hacer un uso muy eficaz y muy correcto del agua. Podemos hacer ciclos del agua donde prácticamente haya un vertido cero. Ahora tenemos lo que llamamos biofactorías, tenemos plantas donde limpiamos el agua, producimos energía y recogemos los nutrientes, que somos capaces de convertir en fertilizantes, y damos un agua de una calidad extraordinaria», expuso Sáez, que aseguró que «estamos ya preparados en la industria y en la sociedad para hacer una economía circular».

Precisamente, esa apuesta por la economía circular, que busca la Unión Europea, se convierte en una herramienta necesaria para eliminar el estigma en términos medioambientales que aún mantiene el sector de la industria. «Todos los meses visitamos a un par de empresas de Paterna y sí que he podido constatar que las empresas son cada vez más respetuosas con el medio ambiente y cada vez son más eficientes», incidió Sagredo. «Además, es un valor añadido. La gente ya no simplemente compra un zumo porque está hecho de naranja, sino que se fija en cómo se ha hecho ese proceso», destacó el alcalde. «Los consumidores se han dado cuenta de la capacidad que tenemos en nuestras decisiones de compra de transformar o modelar el mundo a la imagen de lo que queremos ver», corroboró Gallur. «Es en la concienciación de la gente donde realmente vamos a provocar el cambio y conseguir que la industria sea verdaderamente sostenible», valoró Sáez.

Otro de los aspectos fundamentales es la digitalización y la innovación. «Como punto clave de la cadena logística, los puertos tienen que ser muy ágiles, muy eficientes... y en ese punto la digitalización ha sido la clave más importante. En este sentido estamos bien posicionados en el Puerto de València», señaló Calabria, si bien recordó que se encuentran pendientes de que sean una realidad el Corredor Mediterráneo o el acceso norte al puerto. «La falta de una buena infraestructura ferroviaria o una buena infraestructura de entrada y salida de contenedores en el puerto hace que perdamos mucha competitividad... y también la industria que nos acompaña», añadió Calabria.

«Es un proceso que no va a parar. Esto es la revolución 4.0. La tenemos aquí, y van a cambiar todos los modelos industriales», reafirma Sospedra. Para ello, las industrias se deberán adaptar a las tres patas en las que se apoyarán los fondos de reestructuración de la UE: sostenibilidad, digitalización y resiliencia, para así contribuir a fortalecer una industria generadora de un empleo de calidad, más estable y mejor pagado.