Durante la próxima década, nuestra sociedad afrontará uno de los retos más importantes de los últimos tiempos: cumplir con las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que las Naciones Unidas han marcado en la Agenda 2030. Se trata de 17 asuntos de urgencia que los Estados deben afrontar, de manera conjunta, para mejorar el mundo en el que vivimos. Con tal de difundir estos ODS y de implicar a la sociedad con ellos, Levante-EMV ha iniciado una campaña comunicativa a través de la cual abordará detalladamente cada uno de ellos. Además, el periódico destinará una parte de la recaudación en la venta de periódicos de los domingos posteriores a la celebración de estos desayunos, a una ONG que trabaje en el objetivo desarrollado cada semana. En el día de hoy será para Metges del Món.

Esta semana, con motivo de la comunicación del objetivo número 3, Salud y Bienestar, ha tenido lugar un desayuno informativo que ha reunido a Tomás Quirós, Director Médico de la Fundación IVO; Elisa Tarazona, Directora de Operaciones del Grupo Ribera Salud; Joan Piquer, Director General del Cambio Climático y Calidad Ambiental en la Generalitat Valenciana; Marlene Perkins, Coordinadora de Unicef en la Comunitat Valenciana; Lucía Aparicio, profesora especialista en Derechos Humanos en la Universidad Europea de Valencia; Salvador Llana, Decano de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universitat de València (UV); y Marina Gilabert, representante de la organización feminista Clásicas y Modernas. El periodista Julio Monreal, director general de Relaciones Institucionales de Prensa Valenciana ejerció de conductor de la sesión.

Actuar conjuntamente

Los especialistas participaron en un debate activo, en el que todos coincidieron en la «necesidad de una acción conjunta» que ayude a cambiar las cosas, como expuso Tomás Quirós, y que los «ODS no son suficientemente conocidos por la sociedad y, sobre todo, por los jóvenes, que son los destinatarios de esta nueva corriente de pensamiento y actuación en pro del cambio climático y de la igualdad, tal y como apuntó Marina Gilabert.

El Director Médico de la Fundación IVO, que lleva más de 40 años combatiendo el cáncer, destacó la «posición francamente buena» que tiene España por lo que respecta a su sistema sanitario, aunque aseguró que todavía «nos queda mucho camino por recorrer». En este sentido, también reivindicó que la salud y el bienestar de la ciudadanía son un «motor de desarrollo para los países: una sociedad sana es mucho más productiva, tanto económica como socialmente», coincidiendo con las Naciones Unidas y la idea de prosperidad para los Estados.

También se puso sobre la mesa la importancia de los avances médicos y la aplicación de las nuevas tecnologías en el ámbito sanitario, que han contribuido a mejorar la salud y el bienestar de las personas, aumentando su esperanza de vida. España es el segundo país del mundo con mayor índice, solo después de Japón. «Nos enfrentamos al reto del envejecimiento», apuntó Quirós, quien incidió en que afrontar este paradigma «va a requerir de muchos recursos».

Por su parte, la Directora de Organización y Gestión Asistencial en Ribera Salud, Elisa Tarazona, recordó que «la salud va más allá del sistema sanitario, incluye todo lo que nos rodea». Tarazona recalcó que «se están haciendo las cosas bien» pero hizo especial hincapié en la necesidad de desarrollar nuevas tecnologías y apostar por la innovación: «Ciudadanos y Administración debemos actuar conjuntamente sobre las necesidades, adelantándonos al futuro». En este sentido destacó uno de los proyectos de Ribera Salud, centrado en aprovechar el «big data» y que trabaja en el desarrollo de una aplicación móvil que ofrezca una «atención personalizada mediante algoritmos matemáticos» y diseñe «un plan concreto para cada persona». «Nos permitirá ofrecer atención sanitaria a todas las personas que lo necesiten, incluso en países donde no podemos llevar médicos ni enfermeros», destacó.

En el debate también participó el Director General del Cambio Climático y Calidad Ambiental en la Generalitat Valenciana, Joan Piquer, que quiso destacar la importancia de la administración autonómica a la hora de «mejorar el entorno de vida de las personas, con especial atención a la sanidad y el medio ambiente» y recordó que «un paseo por un entorno saludable también colabora al bienestar». Piquer también incidió en los programas iniciados por la Generalitat para mejorar la calidad del aire que respiramos y resaltó la existencia de «una serie de prácticas muy importantes que contribuyen a mejorar la situación de nuestro entorno». Se trata de «actuaciones singulares para mitigar las afecciones que pueda tener sobre las personas», entre las que el responsable público destacó los proyectos conjuntos con Puertos del Estado, una «pequeña revolución en la red valenciana de la calidad del aire». Entre este tipo de buenas praxis,también destacan una movilidad más sostenible (que implica una reducción del uso de los coches), un consumo más responsable de los recursos, una mejor gestión de los residuos (con la utilización de los ecoparques, puntos limpios o contenedores específicos) y fomentar mejores hábitos individuales. «Tenemos que conseguir una redundancia en los sistemas», destacó Piquer, quien se refirió a la necesidad de disponer de «sistemas alternativos para cubrir un hipotético fallo del principal».

La mujeres, en el centro de los ODS

Marina Gilabert, de Clásicas y Modernas, quiso hacer un alegato por la igualdad de género y su importancia dentro de los ODS, y reivindicó que se trata de un objetivo «en el centro de todos». «La igualdad está en todos los ODS de forma transversal porque la desigualdad también es transversal». Así denunció la representante de los colectivos feministas las «diferencias aún patentes» entre ambos sexos y su aparición en los ODS y mostró su preocupación por «el aumento de la desigualdad de género en los países de la OCDE debido a una mayor concentración de la riqueza y discriminación contra las mujeres» y recordó la importancia de «trabajar para educar en educación sexual y contribuir a erradicar la violencia de género».

El mundo que heredarán

Los niños también tienen una gran relevancia en los ODS de las Naciones Unidas. No en vano, serán los que hereden mañana el mundo que hayamos creado. «Esto no es de nadie, pero a la vez, es de todos», así empezó su intervención Marlene Perkins, Coordinadora de Unicef en la Comunitat Valenciana. «Los niños y las niñas son el grupo de población más vulnerable y se debe lograr cumplir al máximo los derechos de la infancia en todo el mundo», indicó Marlene, quien recordó que, hace unos años, no existía la concepción de los niñoscomo ciudadanos: «Lo último que se hace es escuchar a los niños y las niñas, y tienen cosas muy interesantes que aportar. Hay que ponerse las gafas de niño y escucharles».

Sobre los ODS, la coordinadora de Unicef recordó que estos ya «trascienden los niveles local y global», lo que significa un paso más respecto a los anteriores Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM); y, además, están «interrelacionados»: «Los factores de la educación, la pobreza, la alimentación, el cambio climático y el género influyen, directamente, sobre la salud». En el objetivo concreto de la salud, Marlene subrayó que esta «no es un regalo o muestra de caridad que hacemos, sino un derecho que debe atender el Estado».

También recalcó el cambio de los ODS respecto a sus antecesores la profesora de la Universidad Europea de Valencia, Lucía Aparicio, quien destacó que «garantizar los derechos humanos es un proceso largo». «Los ODS han hecho una actualización, desde un enfoque novedoso, sobre las necesidades de la población», añadió Aparicio. La profesora de la UEV ve «con satisfacción que los jóvenes están despertando» y se alegra de su implicación ya que «afecta directamente a los universitarios, que serán los líderes del mañana», aunque también lamentó que muchos no tienen conocimiento de ellos. Por último, Aparicio también destacó la necesidad de hacer Erasmus en África o Asia: «Ir a esos países cambia la visión y la perspectiva y les ayudaría a entender la importancia de los ODS».

Ejercicio para mejorar la salud

El deporte es un aspecto fundamental para mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personsa. La salud está estrechamente ligada con adoptar un estilo de vida saludable y dinámico. El Decano de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universitat de València (UV), Salvador Llana, al hilo de esta corriente de pensamiento, destacó que «el ejercicio físico tiene mucho que ver con la salud y la calidad de vida de las personas» y subrayó que «el ejercicio bien pausado mejora nuestro sistema locomotor y cardiovascular, independientemente de la edad». Llana remarcó la importancia de practicar «40 minutos de deporte diarios en los adultos», para preservar el estado de forma, y de «60 minutos al día para los niños, niñas y adolescentes», que todavía necesitan desarrollar su cuerpo.

El académico hizo un llamamiento a lograr una «mayor relación entre los centro de salud y los espacios deportivos», tanto para prevenir enfermedades como para recuperarse después de superarlas.

Llana también expuso el problema de la obesidad infantil, un asunto grave en España, y lo atribuyó a la «opulencia y la falta de ejercicio». «La vida sedentaria que llevan muchas personas conduce a estos problemas y enfermedades», apuntó. Al respecto, Marlene puntualizó que también existe una «relación vectorial entre la pobreza infantil y la obesidad», debido a que muchas familias con pocos recursos tienen una mayor accesibilidad a alimentos «baratos y fáciles de preparar».

Tratar, curar y cuidar

«El cuidado, hasta ahora, ha sido de las mujeres, pero eso tiene que cambiar, igual que lo ha hecho la estructura de la familia». Con esta reflexión abrió Marina Gilabert uno de los aspectos que centró el debate. «Es importante desarrollar políticas sociales para asegurar la reproducción del cuidado», al que describió como «uno de los derechos que tienen las personas y que más nos puede satisfacer». Gilabert señaló como fundamental que «el reto de la Salud y el Bienestar es garantizar el cuidado de las personas desprotegidas y vulnerables» y apuntó la necesidad de «desfamiliarizar, despatriarcalizar y desmercantilizar el cuidado de los más vulnerables para evitar la brecha de género». De formación filosófica, sumó la reflexión del valor que tiene cuidar para el que ayuda: «Cuidar es un ejemplo de solidaridad, algo que en esta sociedad no termina de funcionar», destacó Gilabert, quien también destacó lo «satisfactorio que puede llegar a ser para una persona». «Esta sociedad necesita un cambio ético, que pase del individualismo a la cooperación, del yo al nosotros».

En la misma posición se situó Elisa Tarazona, quien puntualizó que «el cuidador termina siendo cuidadora» y que deben desarrollarse «programas especiales para formar y atender a los cuidadores formales e informales». Tarazona también recordó que se necesitan más recursos y «los estamos esperando, pero lo más importante es construir una coordinación entre el ámbito social y el sanitario».

En este sentido, Tomás Quirós, también reflexionó sobre la importancia del cuidado sobre los pacientes: «No sólo hay que tratar y curar a las personas, también hay que cuidarla».

Objetivo 3: Salud y Bienestar

El tercer objetivo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), centrado en la salud y el bienestar de las personas, se propone terminar con todos los problemas de acceso sanitario en el mundo, así como las desigualdades que existen, todavía a día de hoy, en muchos países. Asegurar la asistencia sanitaria a todas aquellas personas que lo precisen es una de las metas de cara a la Agenda 2030. Otro de los puntos más importantes a desarrollar durante los próximos años, según las Naciones Unidas es reducir la mortalidad materna e infantil (menores de cinco años), otro gran problema en muchos de los países en vías de desarrollo. Por último, el gran reto de los ODS hasta 2030 será erradicar las grandes epidemias, como el SIDA, la tuberculosis, la malaria o las enfermedades tropicales desatendidas, además de combatir la hepatitis, las enfermedades transmitidas por el agua y otras enfermedades transmisibles. Para las Naciones Unidas, garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades es fundamental para construir sociedades prósperas. Por lo tanto, cumplir con este objetivo es prioritario para lograr alcanzar las metas en los otros 16.