Estefanía Navarrete, coordinadora grupo GAMA de la Policía Local de València

Quién nos iba a decir cuando tragábamos uvas como si no hubiera un mañana que íbamos a tener, precisamente, un mañana tan complejo. Luchamos contra un virus letal, uno que no sé en qué momento se convirtió en «la virus» por aquello de «la covid». Dice la RAE que es en femenino si se refiere a «la enfermedad» y en masculino si se refiere «al bicho», pero a mucha gente de enjundia le gusta ahora el femenino.

Pueden imaginar la alegría que siento de que ya exista una vacuna, pero me produce una fuerte tristeza que no seamos capaces de inocularnos otra que ya existe y que, además, está en nuestras manos: una contra el machismo. Esta pandemia debe ayudarnos a no olvidar la existencia de esta otra que llevamos siglos soportando. Este virus, con artículo masculino, sigue teniendo nombre de mujer.

1074 mujeres asesinadas, 646 bajo protección del equipo GAMA de la Policía Local de València, un delito que supone 1/3 de todas las detenciones del cuerpo. Como dice el profesor Lorente: «¿qué estamos haciendo mal para que cada año haya una media de 50 o 60 nuevos hombres que asesinen a sus parejas o ex parejas?».

La vacuna contra el machismo no está en manos de las farmacéuticas, está en nuestros espacios, trabajos, relaciones , colegios. En la educación y en valores como igualdad, respeto y tolerancia. Confiemos en salir reforzados de este reto y reflexionemos sobre otros grandes desafíos que las sociedades actuales deben afrontar, más si cabe, las que se proclaman democráticas. No hay democracia sin igualdad.