Con el fin de aportar una alimentación saludable que ayude a prevenir la atrofia muscular y las úlceras por presión, el grupo valenciano Solimar Geroresidenciales lleva a cabo una política de supervisión, control y revisión de menús semanales de acuerdo con las necesidades nutricionales de sus residentes y, después, analiza los porcentajes reales de proteína que se han utilizado en los platos, con el fin de obtener la máxima eficacia, ya que la cantidad diaria de proteína recomendada para las personas mayores es casi el doble que la de los adultos.

Supervisión, control y revisión

El equipo de nutricionistas y enfermería, con la supervisión de la coordinadora del equipo médico, establecen unos valores nutricionales ideales a lograr. En base a esta premisa, se elaboran los menús semanales, teniendo en cuenta las necesidades particulares de los residentes.

A continuación, el equipo de cocina debe reflejar en un informe diario las cantidades de la materia prima que se ha utilizado, tipología y gramaje de la carne empleada para la elaboración de los platos.

Por último, la enfermera supervisora del área de nutrición revisa semanalmente el trabajo realizado por los cocineros para comprobar que, efectivamente, la elaboración de los platos se haya ajustado a las cantidades de proteína especificadas. En caso de que haya habido un desvío se comunica una incidencia directamente a la dirección del centro para corregirlo.

Mensualmente la supervisora de nutrición presenta un balance que refleja el trabajo de cocina para ajustarse a las indicaciones previas. Gracias a las analíticas de sangre periódicas que se les realizan a los usuarios se puede verificar que el menú establecido obtiene los resultados deseados. A esta dinámica de trabajo se le une la necesidad de realizar ejercicios de rehabilitación específicos para trabajar la masa muscular.

Doble ración de proteínas

En las personas mayores resulta imprescindible una alimentación equilibrada y con el aporte proteico adecuado como forma de prevenir la aparición de úlceras por presión, estados de desnutrición, sarcopenia (pérdida de masa muscular), riesgo de caídas?

Por esta razón, desde los centros Solimar Geroresidenciales se aplica una estricta política de prevención en este área gracias a la cual mejoran los niveles nutricionales de los residentes desde su ingreso en adelante.

Si en un adulto la cantidad diaria recomendada de proteína es de 0,8 gramos por cada kilogramo que pesa el individuo, en las personas mayores la cantidad se ve incrementada hasta llegar a los 1-1,2 gramos de proteína por kilo necesarios y si estuvieran enfermos la dosis debería alcanzar los 1,5 gramos de proteína/kg.