El español Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1). triple campeón del mundo y vigente titular en MotoGP, debe ser el principal referente de su categoría a partir de este fin de semana, cuando comience en el circuito de Losail, con ocasión del Gran Premio de Qatar, un campeonato del mundo de motociclismo plagado de cambios que tiene por principal objetivo la mayor igualdad posible entre los pilotos. [Pincha aquí para seguir en directo las carreras del Mundial de MotoGP]

Lorenzo tendrá que verse nuevamente las caras con sus habituales contendientes en una temporada que se presume interesante y de las más disputadas de los últimos años, y en donde también es más que probable que se viva un segundo capítulo de la "Guerra de Rossi".

Y es así porque el italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1) demostró a las primeras de cambio, en la presentación de su equipo junto al flamante campeón del mundo Jorge Lorenzo para la presente campaña, que no está dispuesto ni a olvidar ni a perdonar lo que consideró un ataque directo hacia su persona e intereses deportivos por parte del también español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V).

Aunque en "el otro lado", el del ilerdense de Cervera y cuádruple campeón mundial, además del campeón más joven de la historia en la categoría reina, la situación se da por zanjada y una vez más, como ya sucediera el pasado año, ni piensa ni va a entrar en ningún tipo de "trifulca" con el campeón italiano.

Ello no quita que la situación entre ambos vaya a ser tensa desde el principio, pero lo cierto es que sus esfuerzos debieran volcarse más en buscar la máxima competitividad posible de sus mecánicas para frenar las ansias del campeón en título, que durante todo el invierno se ha empeñado en demostrar que es el piloto más fuerte de MotoGP a pesar de todos los cambios introducidos en la categoría.

Ni la centralita única suministrada por Magneti Marelli ni el cambio de suministrador de neumáticos, de Bridgestone a Michelin, compuestos que parecen sentarle muy bien al estilo de pilotaje de Jorge Lorenzo, le han impedido rendir al más alto nivel en todas las convocatorias de entrenamientos y en todo tipo de escenarios.

Si el pasado año apenas rodaron los pilotos de MotoGP en el circuito malayo de Sepang y en las jornadas previas al inicio de la competición en Qatar [consulta los horarios de Losail], esta temporada se ha incluido el trazado australiano de Phillip Island, de características muy distintas a los dos anteriores, pero en todos ellos Jorge Lorenzo ha estado delante y eso le sitúa en una posición envidiable para sus rivales.

Si Jorge Lorenzo es el referente, su compañero de equipo, Valentino Rossi, y los pilotos de Repsol Honda, Marc Márquez y Dani Pedrosa, debieran de ser quienes más cerca puedan estar de darle la justa réplica, si bien en esa relación se ha "colado", por derecho propio, el también español Maverick Viñales y su Suzuki GSX-RR, que han estado a la altura de las circunstancias casi en todo momento durante las pruebas de invierno y eso que no fue hasta el final, en Losail (Catar), cuando pudo probar por primera vez el tan anhelado por todos los pilotos cambio "seamless".

No ha estado tan acertado su compañero de equipo, Aleix Espargaró, quien a priori y por su experiencia en la categoría debiera ser el piloto referencia de Suzuki, aunque por ahora ha valido más la ambición de su joven compañero de equipo, en el que ya antes de comenzar el campeonato se han fijado muchos equipos, pues no hay que olvidar un dato importante y es que en 2016 cumplen contrato la inmensa mayoría de los pilotos de MotoGP y seguro que será un año de muchas sorpresas en ese sentido.

En Catar, el pasado año, venció Valentino Rossi, acompañado por los dos pilotos oficiales de Ducati en el podio, los Iannone y Dovizioso, pero parece que este año la Desmosedici que ha diseñado y desarrollado el ingeniero italiano Gigi Dall'Igna, no termina de alcanzar el grado de competitividad necesario para estar arriba y son sus motos satélites -de anteriores temporadas-, las que se han encargado de hacer buena la llegada de Magneti Marelli.

Tanto el español Héctor Barberá como el británico Scott Redding han demostrado que los cambios técnicos pueden ser muy beneficiosos para los equipos satélite del campeonato, aquellos que no son oficiales, algo que también destacan pilotos como el español Pol Espargaró o el británico Bradley Smith con las Yamaha del equipo francés Tech 3.

Distintos serán los planteamientos del español Esteve "Tito" Rabat, que llega como único debutante a la categoría junto al australiano Jack Miller, o Álvaro Bautista y el alemán Stefan Bradl, que cuentan ya con la nueva MotoGP del fabricante italiano Aprilia, la RS-GP, aunque por delante les espera un arduo trabajo de evolución que ambos esperan les permita ser competitivos a partir de la mitad de la temporada.