La historia del Mundial de motociclismo está repleta de rivalidades legendarias, duelos deportivos que en algunos casos han derivado en roces personales más allá de la bandera de cuadros.

La competitividad ha hecho saltar chispas y odios entre algunos de los pilotos que mejores momentos han regalado a la competición a lo largo de los años. Más allá del último gran roce, que ya tiene su lugar en la historia, entre Valentino Rossi y Marc Márquez, en el recuerdo quedan rivalidades como las de Ángel Nieto y Ricardo Tormo, Michael Doohan y Álex Crivillé, o Wayne Rainey y Kevin Schwantz. El propio Rossi ya se las tuvo con Max Biaggi, Sete Gibernau o el malogrado Marco Simoncelli.

El espíritu competitivo no entiende de nacionalidades. Antes del enfrentamiento entre Rossi y Márquez, y sobre todo en los últimos años, han sido los pilotos españoles quienes han protagonizado una buena parte de estas polémicas, algo natural al afianzarse su dominio en la competición.

Gran parte de estas rivalidades giró en torno a Jorge Lorenzo, que tuvo problemas dentro y fuera de la pista con Dani Pedrosa, Marc Márquez o Héctor Barberá, aunque ahora las cosas han cambiado.

Rossi-Márquez

El duelo que mantuvieron en la pista Valentino Rossi y Marc Márquez en la temporada 2015 pasará a la historia de las rivalidades legendarias de la categoría reina del motociclismo. El piloto español y el italiano siempre se habían confesado su admiración mutua, pero todo cambió en la temporada 2015 del Mundial de MotoGP.

El momento culminante del pique entre Rossi y Márquez se produjo en el Gran Premio de Malasia, donde el italiano tiró al suelo al piloto español mientras ambos estaban luchando en la pista. Sin embargo, el pique entre ambos se había iniciado antes, cuando ambos protagonizaron encontronazos en varios grandes premios. La tensión fue 'in crescendo' hasta llegar a Malasia, con cruce de declaraciones polémicas y la desafortunada acción del italiano, que acabó perdiendo el Mundial de MotoGP en favor de Jorge Lorenzo después de que en la última carrera el malloquín se impusiera en Cheste por delante de Márquez, Pedrosa y Rossi

Lorenzo-Pedrosa

Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa protagonizaron una larga disputa en la pista, y en algunas ocasiones delante de los micrófonos, una rivalidad que ya marcó una época y que tenía los ingredientes para eternizarse, pero que se ha ido atenuando en los últimos años.

Los primeros roces entre ambos surgieron ya en 2005. Un lance en el Gran Premio de Alemania, en 250 cc, destapó una rivalidad que acabaría sumando un buen puñado de episodios en carrera y ante los medios de comunicación. Lorenzo expresaba sus diferencias sin complejos ante los micrófonos, mientras Pedrosa se mostraba, generalmente, más comedido. En público, ni se saludaban ni se dirigían la mirada.

Si hay una imagen que ilustra el cariz que tomaron sus disputas, esa es la que protagonizaron en 2008, ya en MotoGP, en el podio del Gran Premio de Jerez, cuando el mismísimo Rey Juan Carlos medió entre ambos para forzar un apretón de manos que ambos evitaban. Fue un gesto que anticipó un giró en su relación.

Márquez-Lorenzo

La calma no le duró mucho a Lorenzo, sobre todo tras el desembarco de Marc Márquez en MotoGP. El piloto catalán ya se las había tenido tiesas antes de llegar a la categoría reina del Mundial con, por ejemplo, Pol Espargaró, por su estilo atrevido encima de la moto. El mismo que acabó topándose con el fuerte carácter de Jorge Lorenzo, y en la última polémica, también con Rossi.

Las diferencias entre Márquez y Lorenzo explotaron tras un polémico episodio en Jerez, cuando el catalán adelantó al entonces vigente campeón en una agresiva maniobra. Márquez tocó al balear en el lance, que se salió de la pista y perdió todas sus opciones. Nada más finalizar la carrera, al encontrarse, Lorenzo negó el saludo al piloto de Honda, un gesto que repitió en el podio.

Crivillé-Doohan

En los años 90, el australiano Mick Doohan y el español Álex Crivillé protagonizaron algunos de los mejores momentos del motociclismo, en especial en algunas carreras de 1996, la temporada del tercer título de los cinco de Doohan. En Jerez, en la última vuelta, el público invadió el circuito creyendo que la carrera había acabado, lo que era incierto. Crivillé, que iba primero, se sintió desconcertado y Doohan le sobrepasó.

Ese mismo año, Crivillé le ganó por dos milésimas en Brno y, en el último Gran Premio, en Australia, ambos cayeron al suelo después de algunas maniobras polémicas. Crivillé se proclamó campeón en 1999. La convivencia entre ambos pilotos en el seno del 'box' de Honda se tornó complicada, aunque el español siempre supo mantener la concentración y no dejarse 'atrapar' por los trucos de Doohan, un as de la moto que no siempre optaba por el 'fair play' a lomos de su moto. El título de Crivillé estuvo también marcado por la ausencia de Doohan desde la tercera carrera.

Schwantz-Rainey

A finales de los años 80 y principios de los 90, dos estadounidenses se enzarzaron en los circuitos por la supremacía del entonces Mundial de 500 cc. Wayne Rainey era el piloto de la conducción más técnica, en tanto que Schwantz era el ejemplo de conductor que se define por los riesgos que adopta. "Wayne y no nos queríamos matar", dice en los últimos tiempos Schwantz para rememorar sus batallas, que concluyeron en la amistad entre ambos, en especial tras el grave accidente que sufrió Rainey en 1993 y que le llevó a la silla de ruedas.

Rainey conquistó tres campeonatos del mundo y Schwantz se retiró con uno. Ambos siguen siendo dos de los pilotos más recordados de aquella época, en la que también estaban Eddie Lawson y Freddie Spencer. Estados Unidos no ha vuelto a recuperar el nivel de aquellos pilotos en temporadas posteriores, ya que la importancia del motociclismo en aquel país ha ido en declive.