El español Marc Márquez(Repsol Honda RC 213 V) llega al Gran Premio de Japón de MotoGP que se disputa este fin de semana en el circuito de Motegi, como líder de la clasificación del mundial y, además, como el último vencedor en el trazado propiedad del fabricante Honda.

Márquez se impuso en 2016 en el 'Twin Ring Motegi', pero no es él quien más victorias acumula en ese peculiar trazado, en el que acabó segundo en las ediciones de 2014 y 2013, pues sus compatriotas Jorge Lorenzo (Ducati Desmosedici GP17) y Dani Pedrosa (Repsol Honda RC 213 V) tienen tres triunfos cada uno desde 2008, cuando ganó el italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1) por última vez.

El líder del mundial y del equipo Repsol Honda, en realidad, sólo necesita controlar a sus rivales más directos por el título, el italiano Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP17) y el español Maverick Viñales (Yamaha YZR M 1), por lo que una victoria de Lorenzo o Pedrosa, con él sobre el podio, equivaldría a un excelente resultado camino de lograr su objetivo de sumar el cuarto título mundial de MotoGP, tras los obtenidos en 2013, 2014 y 2016.

Jorge Lorenzo, cada vez más cerca de un óptimo nivel de rendimiento sobre su Ducati Desmosedici GP17, es el primero que podría tener una gran oportunidad de lograr su primera victoria con el fabricante de Borgo Panigale, pues el de Motegi es un trazado que le gusta al piloto de Palma de Mallorca y en donde él mismo reconoció no hace mucho que podría ser el escenario propicio para ese hito deportivo.

Una victoria de Jorge Lorenzo (vencedor en 2009, 2013 y 2014), como también la de Dani Pedrosa (2011, 2012, 2015), el otro piloto con más triunfos en los últimos años en el doble anillo de Motegi, no representaría un gran inconveniente para Marc Márquez, quien debe marcar muy de cerca a Dovizioso y Viñales, aunque él mismo se ha encargado de afirmar por "activa y por pasiva" que en su ADN está luchar hasta el final sin excesivas concesiones.

Además, el triunfo de Jorge Lorenzo supondría ganar la primera "batalla" a su ex compañero de equipo en Yamaha, Valentino Rossi, quien nunca logró una victoria con la Ducati en las dos temporadas que estuvo con ellos, uno de los "argumentos" que más podría motivar al español para conseguirlo.

Pero si algo ha demostrado la actual temporada es que de poco valen las estadísticas, puesto que circuitos que el pasado año eran "favorables" a una u otra moto, en 2017 no ha sido así.

Todo ha cambiado con los neumáticos Michelin y con la centralita electrónica única y el trazado nipón no será una excepción, si bien es cierto que habrá que tener en cuenta que Marc Márquez es ya el piloto con más victorias de la temporada, cinco, por delante de las cuatro de Andrea Dovizioso y las tres de Maverick Viñales.

Pedrosa y Rossi apenas cuentan con un triunfo cada uno en la presente campaña y las estadísticas del primero en Motegi le permiten ser optimista a la hora de pensar en reeditar su último triunfo de 2015, no así a Valentino Rossi, cuyo proceso de recuperación de la fractura de tibia y peroné que sufrió antes de San Marino debiera estar ya mucho más avanzado, no así su última victoria en Japón, que data de 2008.

El protagonista negativo de esta primera cita asiática del campeonato del mundo es el australiano Jack Miller (Honda RC 213 V), que sufrió un accidente practicando trial en Andorra en el que se rompió una tibia, que no podrá estar en Japón pero intentará reaparecer en la carrera "de casa", una semana más tarde.

Su lugar en el trazado de Motegi lo ocupará el probador japonés de Honda Hiroshi Aoyama, campeón del mundo de los 250 c.c. en 2009, uno de los pilotos probadores de la RC 213 V, por lo que su experiencia con la moto del Ala Dorada le puede permitir cosechar una buena actuación.

Mención especial por su buen rendimiento a lo largo de la temporada debieran tener el francés Johann Zarco y el alemán Jonas Folger, sobre sendas Yamaha YZR M 1, y el británico Cal Crutchlow, al manillar de una Honda RC 213 V prácticamente de fábrica.

El español Álvaro Bautista (Ducati Desmosedici GP16) sabe lo que es pisar el podio de Motegi, pues lo hizo en su tercer peldaño en 2012, por lo que es otro de los pilotos que podría destacar en Japón, en tanto que será una incógnita el rendimiento de la Aprilia RS-GP de Aleix Espargaró o de la KTM RC 16 de su hermano Pol Espargaró, si bien ambas mecánicas han evidenciado en las últimas carreras una ligera progresión técnica.

Alex Rins sigue sin encontrar "el tono" a su Suzuki GSX RR y Esteve "Tito" Rabat (Honda RC 213 V) y Héctor Barberá (Ducati Desmosedici GP16) apenas cuentan las jornadas para comenzar retos muy distintos para la temporada 2018.