Valencia acogió la presentación nacional de la nueva Ducati Monster 821, que mejora la funcionalidad y confort para el día a día, potenciando a la vez su capacidad dinámica.

La Monster 821 está claramente inspirada en la 1200, de ahí que sea mucho más imponente que la 796 ó la 696 a la que sustituye como acceso a la gama „disponible desde 10.990 euros„. Las diferencias radican principalmente en el basculante de doble brazo de aluminio en vez del monobrazo, y en el diseño de los escapes, manteniendo el inconfundible chasis tubular y el sobredimensionado y musculoso depósito de combustible, que hace de la Monster 821 una moto mucho más rotunda e impactante.

Nada más subirnos a ella confirmamos su mayor confort. El asiento, regulable en altura, nos acerca al suelo para un apoyo más óptimo y ofrece una mayor comodidad gracias a su agradable mullido. También es más cómodo para el pasajero, que ahora cuenta con una mayor superficie de apoyo. A su vez, una posición más alta del manillar permite una postura más erguida, para que no se no cargue tanto la espalda en ciudad y los antebrazos en carretera.

Triple personalidad

Ponemos en marcha la moto y escuchamos el bronco sonido que despiden los tubos de escape. Sin duda este es uno de los aspectos más conseguidos en la Monster 821. La llegada a la ciudad de Valencia nos permite utilizar el primero de los tres modos de conducción del Ducati Riding Modes. El ´Urban´ reduce la potencia del motor Testastretta desmodrómico de los 112 CV originales a 75, a la vez que actúa sobre el control de tracción ´DTC´ para lograr una aceleración más progresiva. También eleva al máximo la intrusión del ABS para frebadas de emergencia. Con todo ello, y gracias a la suavidad con la que se manejan todos los mandos de la moto y a la reducción de las vibraciones, resulta muy cómodo llevar esta moto por la urbe.

Abandonamos la ciudad y cogemos autovía, donde accionamos el modo ´Touring´ para disponer de los 112 CV, aún con una entrega progresiva, y con el ABS con intervención media. Con este mapa de potencia, la respuesta al puño de gas no es inmediata, pero es lo suficientemente contundente como para disponer de la potencia necesaria para realizar adelantamientos sin tener que reducir marchas. En este contexto la nueva Monster es más confortable: sin apenas vibraciones, con una posición de conducción más cómoda, un asiento más blando... incluso notamos algo el trabajo aerodinámico, aunque no deja de ser una naked y eso pasa factura a nuestro cuello.

Tras un tramo interurbano, llegamos al puerto de Dos Aguas y conectamos el modo ´Sport´ con el que los 112 CV se liberan y el ABS ya trabaja sin función anti-picado. Era difícil superar a su antecesora, pero la 821 lo hace con creces. La entrega de potencia con sus 89,3 Nm de par es contundente e inmediata, como también lo es su frenada, por lo que la entrada y salida de cada viraje era fulgurante. Esto, sumado a la rapidez en los cambios de dirección que ofrece siempre la Monster, y su aplomo en el paso por curva con los Pirelli Diablo Rosso II, permite disfrutar al máximo de esta moto tanto en puerto de montaña como en circuito.