La eficiencia y la economía de consumo se han convertido en dos de las principales variables en el proceso de compra de un vehículo. Dos factores cuya relevancia ha ganado muchos enteros entre los usuarios a la hora de decidirse por un coche o tipo de motorización.

No obstante, los combustibles también forman parte de una ecuación cuyo resultado final debe dirigirse hacia la consecución de una conducción más respetuosa con el medioambiente y económica para el bolsillo del conductor.

Bajo estas premisas, Shell ha desarrollado la tecnología Dynaflex para su línea de carburantes gasolina y diésel Shell V-Power. Esta innovadora fórmula cuenta con un 20% más de moléculas limpiadoras y con tres veces más moléculas reductoras de fricción, para ofrecer los mejores niveles de rendimiento y eficiencia. Estos componentes de nueva generación han sido diseñados para ir eliminando progresivamente los depósitos que le restan potencia al motor.

Mayor eficiencia y rendimiento

Entre otras particularidades, los nuevos carburantes Shell V-Power de gasolina SP98 y diésel Gasóleo A, contribuyen a limpiar y proteger elementos esenciales de los sistemas de combustión, como las válvulas de entrada o los inyectores, frente a la acumulación de depósitos de impurezas.

Unas medidas que se adaptan a las nuevas generaciones de motores caracterizadas por la actual tendencia de reducción de tamaño y cilindrada y aumento de potencia. Estas nuevas condiciones exponen a los carburantes a condiciones de uso más duras, que pueden afectar al rendimiento del motor.

De esta manera, los nuevos combustibles Shell V-Power contribuyen a reducir la fricción del motor desde el mismo instante en que se comienza a usar en el vehículo, aportando un mayor rendimiento.

La composición de estos carburantes premium se ha conseguido tras un programa de pruebas exhaustivas, realizado con más de 250 vehículos y durante más de 3 millones de kilómetros desde el año 2009, en vehículos europeos y asiáticos de un amplio abanico de fabricantes de primera línea.

La F1, el mejos escenario de pruebas

El vínculo de Shell con la más alta competición del mundo del motor es de lo más sólido. Un claro ejemplo es la asociación tecnológica de la petrolera con la Scuderia Ferrari en el campeonato del mundo de F1. Una valiosa colaboración en materia de I+D, que ha tenido su reflejo en los productos que luego llegan a las gasolineras.

Como detalle, cabe destacar que la utilización de los combustibles Shell V-Power y el lubricante Helix Ultra han sido los responsables del 23,3% de la mejoría en el rendimiento de la escudería Ferrari desde que finalizó la temporada 2014.