­La Batalla de Flores es el acto más singular y colorista de la Feria de Julio de Valencia, y una de las manifestaciones festivas más atractivas de todas las que se celebran en la Comunitat Valenciana. Es el broche de oro al intenso programa de propuestas lúdicas que se desarrollan en la ciudad durante todo el mes de julio. Además, se celebra desde 1891 por lo que cuenta ya con 123 años de historia , lo que la convierte en el desfile de carrozas con batalla floral más antiguo de España. La ceremonia del color y el olor que es este acto principal de la Feria de Julio mantiene sus características centrales inmutables respecto a ejercicios anteriores. Los participantes se lanzarán un millón de claveles amarillos y naranjas, que Miguel Galán y su familia, proveedores de la fiesta desde hace años, cultivan con esmero en una finca de unas treinta hanegadas. Este desfile de carrozas, calesas y grupas (caballos) engalanadas de flores por los mejores artistas falleros da lugar a un concurso organizado en diversas categorías, de las que la sección especial también es la más preciada. El acto tiene dos vertientes principales. Un primer desfile en el que las carrozas recorren el itinerario acotado en el Paseo de la Alameda para que el jurado las valore y les entregue los premios; y la batalla floral, que arranca nada más dispararse la carcasa. En esta guerra festiva y cromática participan las personas que viajan en las carrozas y el público. Los proyectiles son las flores;como escudos, se emplean raquetas; y a bordo de las carrozas viaja un centenar largo de falleras mayores e infantiles que aspiran a heredar el preciado trono de Carmen Sancho y de Claudia Villodre, para el nuevo ejercicio de 2014-15. Pocos días antes de la contienda, se ponen a la venta 300 palcos y zonas reservadas, en los que el público goza de una ubicación privilegiada para poder lanzar flores y ver bien el desfile. Estos palcos se agotan en poco tiempo y son el lugar donde se puede ver a las autoridades municipales y a las que visitan Valencia en estos días. Las carrozas transportan a las Falleras Mayores de Valencia; a sus cortes de Honor, a las niñas y señoritas que ya han sido seleccionadas para estar entre las elegidas en la Corte de Honor; a las representantes de las fiestas de Alicante y su Corte de Honor, así como las de Castelló; y a miembros de comisiones falleras, casas regionales y otros cargos festeros. Todos van vestidos con el típico traje de valenciana o de huertano, y los representantes de las casas regionales con sus trajes típicos. También hay otras carrozas que se engalanan en función de una temática concreta y quienes viajan sobre ellas también van ataviados como marca ese lema.

Aunque a finales del siglo XIX, fue la aristocracia y la burguesía valenciana la que impulsó esta fiesta floral, para exhibir su poder de manera ostentosa y festejar la llegada de las vacaciones, que se hacían entonces en agosto; ahora son las fallas las que llevan el peso de la organización. Desde los años 50, son las comisiones falleras y las máximas representantes de la fiesta las que acaparan todo el protagonismo.

Otras fiestas florales del mundo

La Batalla de las Flores de Valencia está emparentada con otras fiestas vinculadas a la Primavera, los carnavales y el verano, tanto de Europa como de Sudamérica. Se sabe que su origen histórico se debe al Barón de Cortes y presidente de Lo Rat Penat, Pascual Frígola, quien en 1891, decidió implantarla en la Feria de Julio, a imagen y semejanza de la que se realizaba „y se realiza„ en la joya francesa de la Costa Azul, Niza, donde una gran contienda floral explota en pleno Carnaval. Igualmente, en plenos carnavales de Barranquilla, en Colombia, se celebra otra batalla de flores que se desarrolla desde 1903 en aquella capital sudamericana y que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Vinculadas a la llegada del buen tiempo, y en definitiva, a festejar la entrada de la Primavera, en Murcia y Córdoba tienen también sus propias celebraciones en las que se rinde homenaje a las flores. En el desfile de Murcia en Primavera 2014, de abril, se lanzaron más de 200.000 flores,con la particularidad de que se hace un pasacalle en el que participan grupos organizados y disfrazados de mayores y niños, que van ataviados con motivos florales.

En Córdoba también tiene lugar una Batalla de Flores en la que participan una veintena de carrozas. El esquema y la presentación estética es muy parecida a la de Valencia. Se celebra coincidiendo con las Cruces de Mayo y es muy querida por los cordobeses. En Ourense, se ha estado batallando con ornamentos florales hasta este año mismo, cuando el equipo de gobierno de la ciudad gallega decidió eliminar este acto del programa. Se hacía dentro de las Fiestas del Corpus, en junio, y muy cerca del verano, por tanto. Lo mismo que en Laredo, el bello municipio cántabro, donde la Batalla de Flores está declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional y se celebra el último viernes de agosto.

Todas las ciudades citadas destacan, junto a la capital de la Comunitat Valenciana, por la importancia que tienen las flores en sus raíces históricas y en sus símbolos identitarios. Este año, en Valencia, se programa el próximo 27 de julio, a partir de las 20 horas. En la víspera, en la Ciudad del Artista Fallero, se celebrará el más que multitudinario Sopar de la Puntxa, que será amenizado por la Orquesta Euforia del Grupo Montecarlo.