Como antesala de la entrega pacífica de la ciudad de Paterna a las tropas de Jaume I, guerreros y guerreras del bando moro y cristiano se han enfrentado en las calles. Aunque llevaban sus armas, la batalla no fue violenta sino de espectacularidad. En el bando de la cruz, Jaume I, primera comparsa cristiana de Paterna y paradigma sus fiestas, ostentaba la capitanía. Con la media luna, Zegríes, con menos de una década en la fiesta, ejercía su liderazgo en el bando moro.

Las 27 comparsas de la ciudad lucieron sus mejores galas en dos desfiles hasta la madrugada y que congregaron en las calles de Paterna a miles de personas.

La abanderaba cristiana Lorena Benlloch abría el desfile en una majestuosa carroza. La capitanía se trasladó a la Edad Media, a través de danzas y música. El capitán Fernando Villalba, cerraba un espectacular boato a lomos de un león alado. Le seguían las trece comparsas.

En la noche mora, las tropas de Zegríes saquearon la Villa de Paterna, capitaneando el bando moro. En una carroza que simulaba un oasis, la abanderada Loli Vellisca abrió el desfile. Tres filas de mujeres invitadas desfilaron junto a los Zegríes, cuya entrada concluyó con la carroza del capitán moro, Enrique Segarra, que iba tirada por esclavos y una pareja de bueyes.