Aunque diferentes leyendas sitúan el origen del Torico de la Cuerda en la Edad Media, los documentos más antiguos que se conservan sobre estos festejos datan de 1765 y pertenecen a la Memoria de Construcción de la Iglesia de San Juan Bautista. En aquellos años, los clavarios —que organizaron los festejos hasta que en 1965 se creó la Peña Taurina— aportaban todo lo recaudado por la venta del toro empleado en las carreras para sufragar los gastos de la construcción de la iglesia.

Hoy en día, casi doscientos cincuenta años después, las fiestas del Torico de Chiva mantienen en su esencia la misma programación. Así, la jornada del próximo viernes, está protagonizada por las Clavarias de la Virgen de Agosto, mientras que la jornada del sábado está protagonizada por los Clavarios de San Roque.

Los días 17, 18 y 19 están reservados para las carreras —dos por día—. En ellas, los corredores van delante del astado y lo guían por todo el pueblo en un trayecto preestablecido. Durante las carreras todas las puertas permanecen abiertas sirviendo como refugio para la gente que corre ante el toro, siempre en plena convivencia.

Durante estos tres días, la tradición se mantiene prácticamente inalterable, y al final de cada carrera un dulzainero acompaña a los corredores hasta la plaza, donde se bailan unas danzas típicas y se realiza una torre humana como agradecimiento a la Virgen, que les protege en la carrera.

A partir del miércoles día 20 las fiestas del Torico de la Cuerda de Chiva se completan con diversas actividades relacionadas con el mundo taurino —exhibiciones, toro embolado, entradas de toros y caballos, etc—. Cabe destacar que el sábado 23 de agosto se celebra la carrera del torico juvenil para mayores de 16 años, y el domingo 24 dos carreras especiales del torico. Para los más pequeños se han organizado una serie de actividades como las carreras de la cuerda con «Manolito» u las típicas cucañas para los menores.