Uno de los principales temores de los padres es que sus hijos pueden sufrir acoso escolar. El acoso escolar, conocido también como bullying, es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma frecuente durante un tiempo determinado.

Entre las formas en las que puede presentarse el acoso escolar, distinguimos cinco tipos:

- Agresión verbal: Este tipo de maltrato se presenta en forma de agresión verbal, y en él los insultos y descalificativos aíslan y desprestigian a la víctima provocando en ella una baja autoestima.

- Agresión social: Consiste en marginar a la víctima dentro del colectivo donde se mueve. Se trata de un tipo de acoso difícil de detectar, ya que en este tipo de maltrato las víctimas no suelen comentarlo con ningún adulto.

- Agresión psicológica: En este tipo de agresión la víctima es objeto de burlas y humillaciones provocando inseguridades y miedos en el menor.

- Agresión física directa: Esta agresión se presenta en forma de golpes, empujones, collejas, o agresiones físicas colectivas a una víctima. A diferencia de la agresion social, este tipo de maltrato es más fácil de detectar por las consecuencias físicas provocadas en la víctima.

- Agresión indirecta: En esta ocasión, se roban objetos a la víctima, material escolar, rompen su mochila, se lo esconden?

Sin embargo saber si nuestro hijo está sufriendo acoso escolar no es tarea sencilla. Existen casos en los que los hijos deciden confiar en sus progenitores para contarles lo que sucede, en otros, en cambio, no lo hacen y saber que nuestro hijo está siendo víctima de bullying resulta una tarea más que compleja. En las ocasiones en las que se tenga certeza de que un menor está siendo victima de un posible caso de acoso escolar y está lo tenga en silencio, observar los cambios de comportamiento y conductas ayudará a los padres a conocer lo que está ocurriendo a su hijo.