Cuarenta mil euros, divididos por seis, salen a 6.666 por ninot. Una cantidad más que respetable para que las figuras seleccionadas por el Gremio de Artistas Falleros, procedentes de sus fondos artísticos, queden mas que bien restauradas. Ese es el dinero aportado por la Diputación de Valencia y que empleará especialmente el Instituto de Restauración de Patrimonio de la Universitat Politècnica en una primera fase que continuará el año que viene con unas cantidades más modestas: diez mil euros para dos figuras „dos bebés de José Devís y el Quijote de Pascual Calleja (y «el divino» y Daniel López), y una cabeza de Regino Más.

Un museo «mejor» que el Fallero

Los ninots, tal como publicó Levante-EMV hace dos semanas, han empezado a ser restaurados dentro de la ingente labor que queda todavía para poner en orden „artístico, cronológico y cualitativo„ en el Museo del Gremio de Artistas Falleros. Un espacio que está considerado como más representativo del arte efímero que el propio Museo Fallero, y que reúne una variedad que supone un reflejo más fiel de la plástica fallera, tanto lo que está ahora a la vista como los fondos que están guardados „algunos de ellos deteriorados por una inundación„, pero que requieren de una revisión y una reactivación: por falta de espacio, hace ya algunos años que los artistas falleros no indultan más que muy ocasionalmente alguna figura.

La recuperación de las figuras en curso supone recuperar «unas obras que no están pensadas para que perduren» explicaron los responsables, encabezados por el profesor Vicent Guerola y que incluye al investigador y miembro de la ADEF Toni Colomina.

Uno de los objetivos principales es «ajustarse a la patología que puedan sufrir las figuras y ser escrupulosos, hacer una intervención». Ha habido intervenciones que, aún con buena intención, han sido intrusistas, que desvirtúan la obra original». Se entiende que esta restauración pretende no caer en los errores de las sufridas por las obras indultadas del Museo Fallero, muchas de las cuales tienen ya poco o nada que ver con los originales que votaron los ciudadanos décadas atrás.

Aparte de los especialistas de la UPV, una parte de la restauración será en el taller de Vicente Luna, donde él mismo y sus hijas restaurarán un grupo plantado por el veterano maestro en la falla de Monserrat. El resto de figuras ahora en trabajo son de Modesto González (la única que, por sus especiales características, se ha hecho in situ en el museo y que es la más valorada por el colectivo gremial) y otras de José Puche, Vicente Agulleiro o José Martínez Mollá. Se ha llevado a cabo un proceso de «conocimiento tecnológico del material, estudio de la estabilidad del soporte y esqueleto, limpieza de suciedad y parásitos, reintegración de los estratos perdidos y rebarnizado».