El incidente del «caloret» de hace una semana se ha convertido en una bola de nieve que engorda a medida que pasa el tiempo. Siete días dan para mucho, para crear infinidad de fotomontajes, canciones, aplicaciones de móvil e incluso chapas. Estas últimas fueron las protagonistas en el balcón del ayuntamiento a la hora de la «mascletà». En la Cabalgata del Ninot las comisiones participantes tampoco se olvidaron del desliz de la alcaldesa en la Crida y muchas de ellas hicieron alguna referencia al «caloret», que va camino de convertirse en el término más repetido de estas Fallas.

A mediodía, buena parte de los concejales del grupo municipal del Partido Popular lucían en las solapas de su ropa la placa redonda con el lema «I love Caloret Faller», junto a una Senyera. Fue el propio partido el que encargó y distribuyó cerca de 200 chapas con la famosa palabra. «La verdad es que me sorprende la repercusión que ha tenido. De momento yo me conformo con llevar el broche fallero», respondía entre risas la alcaldesa Rita Barberá a la pregunta de si ella también iba a ponerse la chapa. Incluso la Fallera Mayor Estefanía López comentó que «va con el carácter valenciano y fallero reírnos de nosotros mismos. La crítica y la sátira forma parte de nuestra esencia».

La máxima representante de las fiestas josefinas 2015 alabó el disparo de la pirotecnia Peñarroja, de la Vall d’Uixó, que un año más estrenó el ciclo de «mascletades» en la plaza del Ayuntamiento. «Ha sido un disparo tradicional, con una traca valenciana al inicio, de menos a más, y con un terremoto largo, como nos gusta a los valencianos», indicó José Vicente Nebot Peñarroja.

Registros a los pirotécnicos

El pirotécnico lamentó al término del disparo que la policía local había efectuado registros a operarios de la pirotecnia. «Es la primera vez que me pasa algo así. Vamos a presentar una queja formal porque nos parece intolerable. No nos ha gustado ese trato», lamentó. «Han retirado los vehículos de la plaza, lo que es normal, y me han dicho que han revisado más allá de las cajas y los embalajes, o sea, los efectos personales de los operarios».

Durante la primera jornada de «mascletades» también volvió a hacer acto de presencia la «intifalla». Extrabajadores de RTVV y otros manifestantes quisieron mostrar su rechazo a las políticas del gobierno autonómico de Fabra y al local de Barberá. «Han vuelto los de siempre, los que politizan la fiesta», indicó la primera edil.

Por la tarde, la Cabalgata del Ninot tampoco quiso olvidarse de l «caloret». Varias comisiones participantes actualizaron sus carrozas —algunas terminadas hace varias semanas— para introducir referencias al discurso y, sobre todo, al ya famoso términ de Barberá. Una de las más explícitas fue Quart-Palomar, que recreó la Crida y mostró a la alcaldesa con un abanico y el lema «Pal caloret abaniquet». Otras comisiones también hicieron referencia a la palabra en múltiples escenas de distintas carrozas.

Fue por lo general una marcha donde las comisiones redujeron el tono reivindicativo aún más que el año pasado y se centraron en el aspecto lúdico y festivo que a la fuerza tiene un acto centrado en los más pequeños de las comisiones. Sí hubo, como ya ocurrió el año pasado, varias quejas con respecto a los permisos que han de rellenar las fallas para llevar a cabo sus actos en la calle. Durante todo el recorrido, sobre todo en la calle de la Paz, hubo quejas sobre el precio de las sillas, 3,5 euros, que el consistorio sacó a concurso público y adjudicó a una empresa externa que gestionaba y cobraba los asientos. La gente se levantaba cuando veían venir al cobrador y luego volvían a sentarse.