Pibierzo se la jugó en la plaza del Ayuntamiento para no dejar a nadie indiferente. Y lo hizo a pesar de ser una pirotecnia novata y que nunca había disparado en la Comunitat Valenciana. Pero la apuesta, con una estructura singular y con mucho color, cautivó a buena parte del público a tenor de la ovación que cosechó. Fue la última de las «mascletades» que llevaban la firma de un debutante y sorprendió porque el terremoto no coincidió con el final del disparo, en el que tuvo más protagonismo el color.

«Todo ha estado medido. Espero que haya gustado. Ha sido lo que pretendíamos, apoteósico y potente en el dibujo del espectáculo», explicó Pedro Alonso Fernández Vidal, responsable técnico y propietario de la Pirotécnia Pibierzo (León). Alonso desveló que solo había usado 107 kilos de carga reglamentaria, hasta ahora la cifra más baja declarada por las pirotecnias que han participado.

En el balcón todo el mundo coincide que, pese a que aún no hemos entrado en la semana grande de las Fallas, hay muchos invitados en el palco. Ayer era complicado moverse otra vez, aunque la fría brisa que corría invitaba a permanecer bien juntitos para resguardarse. Abajo continuaban las protestas de la Intifalla, con una gran pancarta dirigida al grupo Tragsa, que se mezclaba con la promoción de un festival de música.

Entre los invitados, destacó la presencia del director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, acompañado del General Jefe de la VI Zona, Fernando Santafé. Estuvo también el director del Circuit Ricardo Tormo, Gonzalo Gobert, acompañado del piloto mundialista Jorge Navarro, y los presidentes del Levante UD, Francisco Catalán, y del Eibar, Alez Aranzabal. También se vio a actores de La Alquería Blanca; el aventurero y presentador de televisión Miquel Silvestre; o el grupo Efecto Mariposa.