La comisión de Sueca-Literato Azorín se alzó anoche de madrugada con el primer premio del concurso de calles adornadas de la Junta Central Fallera en su modalidad A, la más importante. Se deshizo de esta forma el gran duelo entre las dos comisiones ruzafeñas, puesto que Cuba-Literato Azorín fue, definitivamente, segunda. Gran alegría de esta forma para la comisión de Sueca, que consigue revalidar el primer premio logrado el año pasado. El vuelo de Ícaro, realizado por la empresa italiana De Cagna, les permite, de esta forma, mantener la supremacía entre vecinos.

El tercer premio también se queda en Russafa con otra falla vecina, Cuba-Puerto Rico, que en la particular pelea por el tercer escalón del podio quedó por delante de Malvarrosa.

Russafa ya brilla con luz propia. El encendido ayer de la iluminación de Sueca-Literato Azorín y Cuba-Literato Azorín manda un mensaje claro en el barrio y en toda la ciudad: ya comienzan las Fallas. Es la liturgia de los inicios, esa que marca que cada año hay varios «primeros actos» de la fiesta. En Russafa es, sin duda, la ceremonia de encendido la que da por comenzadas las fiestas josefinas. Los arcos, los túneles aéreos, las estructuras recargadas que se elevan hacia el cielo en el entorno de Literato Azorín convirtieron ayer la noche al día con una alabada mezcla de fantasía, mitología y ciencia ficción. Ambas comisiones emplearon más de 1,2 millones de lámparas y bombillas. Al cierre de esta edición el jurado comenzaba a deliberar sobre el ganador de un concurso cuyo primer premio se alterna entre Cuba y Sueca casi pacíficamente.

Abrió el telón Sueca-Literato Azorín. La iluminación de la empresa italiana De Cagna se basa en la mitología griega y en la leyenda de Ícaro, que, encerrado con su padre en el laberinto de Creta „donde el minotauro„, construyó unas alas con plumas que pegó con cera. El joven voló cerca del sol y al acercarse a los dioses estos derritieron la cera de las alas con las que volaba hasta hacerle caer. Han empleado 660.000 bombillas que se encendieron en medio de épicos acordes elevándose hacia las alturas, en un cuidado movimiento que recordaba al ascenso de Ícaro. La comisión pretendía que el vuelo de Ícaro les devolviera el primer puesto, conseguido el pasado año. Los arcos de De Cagna para Sueca conforman, además, un imbricado túnel hacia el monumento fallero de José Lafarga. Lleva por título «Spanglish» y habla de Enrique VIII y su amor por Ana Bolena. Así, las luces conforman una arcada que recuerda a las recargadas techumbres, fachadas y retablos de las imponentes abadías inglesas.

Túneles que unen pirámides

Tras Sueca, las Falleras Mayores de Valencia, Estefanía López y María Donderis, acompañadas de sus respectivas cortes de honor, atravesaron el mar de gente hacia Cuba-Literato Azorín. La ganadora de 2014 quería mantener el cetro de luz y lo hizo a través de una puerta hacia las estrellas. La iluminación de Mariano Light se basa en la franquicia de ciencia ficción Stargate, que incluye una película de Roland Emmerichs y tres series de televisión. Los dos encendidos que ofrecieron desde la comisión que ayer defendía su trono hicieron brillar las pirámides de Cuba, una maya y otra egipcia, unidas entre sí por túneles de luz similares a los que en la gran pantalla unían diferentes partes del universo separadas entre sí por millones de años luz. Estos túneles, además, unen las dos pirámides en un remedo de la supuesta red geomántica que une las pirámides existentes en realidad. Si el primer encendido se conformó en torno a acordes épicos de música clásica, el segundo iluminó la ciudad al son de música electrónica. Ambos fueron recibidos con una cerrada ovación.

También encendieron las otras dos fallas de la sección A, Cuba-Puerto Rico y Malvarrosa-Ponz-Cavite, que cada año hacen un esfuerzo especial para seguir el ritmo que marcan el Madrid y el Barça de la iluminación fallera. En la categoría B competirá el resto del mundo.