Que la pólvora no entiende de sexo es algo que Reyes Martí lleva décadas demostrando. Le gusta el día 8 de marzo, reivindicarse, dar un golpe de puño sobre la mesa, decir «aquí estoy y quiero estar muchos más Días de la Mujer. Que me quiten castillos de fallas si quieren, pero no este día; es uno de los más importantes para mí».

Y así lo transmitió a todos los presentes ayer en la plaza del Ayuntamiento. Mientras el suelo del balcón de la casa consistorial retumbaba en el undécimo disparo del día 8 de Reyes Martí, miles de valencianos y turistas vibraban, en el sentido más literal de la palabra, con los 140 kilos de material reglamentado que utilizó la pirotécnica de Borriana.

La propia Reyes definió la mascletà como «intensa, explosiva y apoteósica», y reconoció que su empresa ha realizado «muy buenos» disparos, pero el de ayer les salió «muy redondo». «Queríamos conseguir ese grado más de ruido, de intensidad, y este año lo hemos conseguido. Nos hemos quitado la espinita de aquellos que dicen que siempre utilizamos el mismo calibre. Hoy hemos respondido», declaró, exultante, la tataranieta del fundador de este negocio pirotécnico familiar.

El disparo fue «clásico, con pinceladas de secuenciado e intentando que fuese de corte tradicional», indicó según la pirotécnica, quien destacó el terremoto de cuatro pasadas, «la última súper intensa», y el bombardeo final, que salió desde diversos puntos de la plaza como «efecto sorpresa». «Es lo que la gente quiere; el año que viene no sé qué me tocará poner, le intentaremos dar una vuelta de tuerca más», comentó Martí. Entre alabanzas y fotos, la pirotécnica, con sempiterna sonrisa de oreja a oreja, vaticinó que en el futuro «veremos mascletades muy parecidas», sabedora de que había marcado un antes y un después en el ciclo fallero.

Tras el disparo y durante el baño de masas de la pirotécnica, las protestas continuaron bajo el balcón del Ayuntamiento. Con ocasión del Día de la Mujer Trabajadora, decenas de mujeres portaron lemas y pancartas a favor de la igualdad salarial y de oportunidades, así como contra la violencia machista que cada año se cobra varias vidas en la Comunitat Valenciana.