El viento dio anoche muchos más problemas de lo esperados. La caida de pavesas todavía encendidas provocó más de un incidente en el momento de quemarse las fallas. El caso más dramático fue el vivido en Convento Jerusalén, donde los falleros tuvieron que esconderse precipitadamente en el interior del casal, viviéndose momentos de mucha tensión. Una fallera tuvo que ser atendida por intoxicación de humo.

En la cremà municipalcremà municipal también se dirigieron las pavesas hacia la zona del balcón municipal, lo que obligó a desalojar éste hasta el punto que la fallera mayor, Estefanía López, y la corte de honor apenas pudieron ver quemar el león de las Cortes, que, por otra parte, ardió lentamente en un espectáculo nuevamente muy llamativo, encendiéndose primero la paloma de la paz y posteriormente el resto de la gran pieza de Manolo García.

Las llamas empezaban con las fallas infantiles y pasaban luego a las "grandes", dejando en horario especial a la ganadora por segundo año consecutivo, Plaza de El Pilar con la "Pantomima" de Pere Baenas (170.500 euros) y, a la una de la mañana, la municipal -que no entra en concurso-, el imponente león del Congreso de 20 metros de altura y 170.000 euros de presupuesto que ha devuelto la espectacularidad a la plaza del Ayuntamiento.