De casta le viene al galgo o, como dijo ayer el fundador de Pirotecnia Vulcano, José Luis Giménez Privado, «qui no se sembla a son pare és un porc». Y es que José Luis Giménez «hijo» ha aprendido bien la lección y ha tomado el relevo de la Pirotecnia Vulcano, la empresa que fundó su padre, como un auténtico maestro de la pólvora. Ayer, el disparo que ejecutó en la plaza del Ayuntamiento le salió según lo planeado y tras la ovación de un público agradecido por el espectáculo se sentía, más que nunca, profeta en su tierra. Y es que esta empresa tiene se sede en Madrid y solo realiza al año un 5% de «mascletades» ya que su especialidad son los espectáculos nocturnos. Por eso, ayer, tras saludar en el balcón y darse un baño de multitudes solo tenía palabras de agradecimiento. «Disparar en la plaza del Ayuntamiento es el culmen de la pirotecnia. En ningún sitio se agradece así y ves a la gente muy emocionada», explicó ayer el actual gerente de la empresa.

Para su padre, José Luis Giménez Privado, fundar la empresa en Madrid hace 23 años fue «todo un acierto». «Fue un acierto muy grande montar la pirotecnia en Madrid porque así, ahora mi hijo y mi familia tienen trabajo», explicó. Sin embargo, si el trabajo no cumple las expectativas previstas, la empresa no funciona. Y Pirotecnia Vulcano va a más y trabaja ahora en una nueva línea de fabricación para exportar al extranjero. Ahora bien, el secreto del éxito lo explicó ayer Jose Luis «hijo» a la perfección. «Aquí no se trata de disparar cuanta más pólvora mejor. Nosotros no venimos a hacer ruido. Lo nuestro es el espectáculo y cuando hacemos una cosa nos gusta hacerla bien. Por más cantidad no vamos a ser mejores. Las ´mascletades´ no son nuesta especialidad», afirmó. Tras el espectáculo de ayer, nadie lo diría.