La semana fallera que terminó anoche con la quema de los monumentos falleros ha sido la más fría desde 1987 junto a la del año 2010 con un temperatura media de 11,3 grados que es 3,1 grados inferior a la normal para estos días en la ciudad de Valencia, según explicó ayer la Agencia Estatal de Meteorología en la Comunidad Valenciana (Aemet) en su cuenta en «tweeter».

Según los datos facilitados por Aemet, en la semana del 15 al 19 de marzo, la temperatura media se ha situado en torno a los 11,3 grados, aproximadamente, con una anomalía de 3,1 grados por debajo de la media, que se sitúa en 14,4 grados. Dentro de la serie histórica, que se remonta a 1938, las semanas falleras más frías son las de 1973, con 9,2 grados, y 1953 con 10,1 grados.

Según los datos de Aemet, el frío de esta semana tiene su contrapunto en 1988 y 1968, cuando la temperatura media durante las fiestas fue de 19 y 18,5 grados respectivamente.

El viento, protagonista

El frío, la lluvia y, sobre todo, el viento fueron los grandes protagonistas en la jornada final de las fallas, que sopló moderado y con rachas de fuerte de componente nordeste.

En el aeropuerto de Manises se midieron rachas de 54 kilometros a la hora y de 50 en el observatorio de la Universidad Politécnica.

Algunas de estas rachas llegaron a provocar desperfectos en las fallas de Nou Campanar, que se vino abajo, y en la de Aras de Alpuente-Vall de Polop.

Para hoy se mantienen los avisos amarillos por rachas de viento en las zonas litorales de Valencia y Alicante y temporal costero, así como la posibilidad de que se repitan las lluvias.

Las nubes bajas y la mala visibilidad provocaron también ayer el cierre temporal del Puerto de Sagunto. Pasadas las 11.20 horas, el servicio de Emergencias daba cuenta de la decisión adoptada por la Autoridad Portuaria de Valencia, sin que al cierre de esta edición se hubiera informado sobre su reapertura.