El recorte anunciado en la aportación municipal a la iluminación artística „que ha pasado de un 20 a un 18 por ciento del total„ supone un quebranto especialmente grande a las dos grandes comisiones especializadas: Cuba-Literato Azorín y Sueca-Literato Azorín. La perdida de entre dos mil y tres mil euros de cada una, con los contratos ya firmados, se une el temor de que este recorte sea mayor en el futuro, hasta el punto de poner en peligro la continuidad de ambos proyectos, que se han convertido en todo un atractivo turístico de primer orden. Pero la polémica va más allá: la Interagrupación mostró ayer su rechazo a la decisión y mostraron su «total disconformidad» a la medida. Especialmente porque recordaban que en la reunión que mantuvieron antes de las elecciones con el grupo Compromís «se nos indicó su intención de mantener las subvenciones» y, especialmente, que la decisión de la bajada «no se ha consensuado con nadie».

Pero si en un lugar se ha sentido más, es en las dos comisiones más importantes. «Lo más paradójico es que se va a celebrar este fin de semana la elección de la corte de honor y el espectáculo lo van a llamar "llums". Pues lo único que pedimos es que valoren la trascendencia que puede tener esto y que no nos obliguen a apagar las luces», aseguraba ayer el presidente de Sueca, José Pedro Ros. En la comisión no entienden que la iluminación haya sido la sacrificada «porque no estamos hablando de un elemento que sea ajeno a la fiesta: la iluminación artística existe desde hace décadas». En concreto, desde el año 1948.

«Y las dos somos de Especial»

Ros recordó además que, en el caso de las dos fallas vecinas, «no nos pueden reprochar que no hagamos un gran esfuerzo en el elemento principal de la fiesta porque las dos tenemos fallas de Sección Especial. Podría entenderlo si eso lo tuviéramos descuidado».

El presidente de Cuba-Literato Azorín, José Giménez, puntualizó que «eso no es una subvención, sino una pequeña repercusión en comparación a lo que generamos» y advirtió que «si nos empiezan a quitar esa repercusión, pues no pasa nada: dejaremos de iluminar y viviremos más tranquilos. Pero creo que eso no es lo que quiere nadie: ni nosotros, ni los comercios, ni los turistas».

Giménez recordó que «conforme se acercan las Fallas no hacemos más que recibir correos electrónicos preguntándonos los horarios de los espectáculos» y Ros recordó que «hemos conseguido hacer de estas luces el auténtico pórtico a la semana fallera. Y si nos estamos preocupando porque haya repercusión en televisión, creo que pocas cosas de fallas aparecen tanto como esto».

La Interagrupación mostró su predisposición a dialogar este tema con los rectores de la Junta Central Fallera bajo la base de no tocar la subvención actual.