La Federación de Fallas de Sección Especial, en su Año I después de Nou Campanar, desveló anoche su secreto mejor guardado: los bocetos y maquetas de sus proyectos de 2016. Un ejercicio que llega marcado por lo sucedido el pasado curso y que venía intuyéndose en el anterior: un proceso de regresión de lo que fueron los centros de poder antes de la irrupción de la nueva economía. Y que, de momento, ha tenido varias señales muy claras: la doble victoria de la Plaza del Pilar, comisión arrinconada de los lugares de honor prácticamente desde primeros de siglo, o el segundo premio de l'Antiga de Campanar en 2015.

Esto, unido a que Convento Jerusalén se ha mantenido «en forma» durante todo este periodo „ha sido la única sin vaivenes„ podría rematarse si se confirma el proceso de recuperación de Na Jordana, que de momento se ha quedado en apunte, después que el año pasado sufrieran el mayor varapalo de su historia.

Por contra, la otra cara de este proceso es la desaparición de Nou Campanar „considerado ventajosamente como el fiel reflejo de esa cultura del «nuevo rico»„, quedando como animadores, sosteniendo su lugar en la élite, Exposición, Almirante Cadarso y Cuba-Literato Azorín. Es cierto que sin las credenciales de aspirante a primer premio que tuvieron no hace tanto tiempo (Almirante y Cuba estuvieron a punto de ganar), pero capeando el cambio de ciclo. Exposición ha salido muy bien parada a nivel de premios gastando muchísimo menos que años atrás y Cuba, mucho peor tratada, ha descendido un peldaño en sus ambiciones, pero ha conseguido consolidar el proyecto.

Almirante Cadarso-Conde Altea también ha superado con éxito su crisis social y económica, pero su línea es más regular. En la medida que llevan doce años con un mismo artista, Manuel Algarra, cuya capacidad de trabajo y resultados son más que previsibles „siempre «en plan bien»„ y con el que han conseguido mantenerse en un positivismo permanente.

La federación se completa con otros dos proyectos. Sueca-Literato Azorín va ya para 19 años en la categoría y está en su propio limbo. No es una «clásica» de la categoría (en realidad, cada vez lo es más), pero su irrupción llegó mucho antes de la nueva ola. Tras superar sus problemas sociales y económicos se presenta ya desde hace años como un animador de la competición, capaz de dar un fenomenal susto o de quedarse en tierra de nadie.

Por último, Reino de Valencia-Duque de Calabria también tiene más solera en la categoría (16 años seguidos, que empezaron con el inicio de siglo), pero su papel sigue siendo el de incógnita de la zona medio-baja, en función al tino con el que contratan artista. Llevan cinco años seguidos con Sergio Musoles, lo que ha sido y seguirá siendo una garantía de completar un papel sobresaliente para el presupuesto que manejan.

«Plantar a perder dinero»

Ahora mismo, el rival a batir es la plaza del Pilar después de dos victorias consecutivas. Pere Baenas, con su proyecto «Perestroika», con un guiño a sí mismo, deja mucho en el boceto a la imaginación, tal como ha hecho en los últimos años, presentando apenas las figuras principales. Su táctica de «plantar a perder dinero» le ha permitido enjugar cualquier diferencia presupuestaria con los competidores, que compensa con la venta masiva de sus proyectos, troceados por mor de la tecnología, en los años siguientes, lo que supone todo un problema para los rivales.

Los proyectos mantienen la línea continuista a nivel de concepto. En la máxima categoría, ya se ha teorizado en otras ocasiones, no se puede modificar la anatomía del monumento, salvo que juegues a otra cosa, como hizo Nou Campanar los dos últimos años o como pretende hacer Federico Mistral-Murta. Así que los proyectos jugarán con bocetos, maquetas y maquetas digitales „cada vez más habituales„ , pero con figuras corpóreas cargadas de personajes míticos, tipos populares, de época y del mundo de los cuentos, más alguna alegoría.

El año 2016 va a ser recordado como el de la llegada de nuevos artistas. En este caso, Javier Álvarez-Sala Salinas y Carlos Carsí. Llama la atención, sin embargo, que de los que lo intentaron en la anterior promoción, tan sólo Sergio Musoles y Francisco Giner han conseguido consolidar un puesto entre los mejores y están muy bien considerados dentro del escalafón, pero ninguno ha conseguido dar el salto todavía a plantar una candidata a primer premio.

De hecho, la pelea por la victoria volverá a estar, aparentemente, en manos de tres clásicos de la categoría, artistas relativamente jóvenes (sobrepasados los cuarenta años), pero veteranos en estas lides. Por una parte, Pere Baenas y Pedro Santaeulalia, los ganadores de diez de los últimos concursos. Y, desde el pasado ejercicio se les une Alejandro Santaeulalia, subcampeón el pasado mes de marzo y que llega con la revivida Antiga de Campanar dispuesto a todo. Dicho de otra forma, artistas que se estrenaron con el siglo y que habían tomado el testigo natural de los Latorre&Sanz, Agustín Villanueva, Alberto Rajadell, Miguel Santaeulalia o José Luis Pascual, principales nombres en los últimos años de la anterior centuria.

Tan sólo se echa de menos en esta particular Orden de Mérito a Paco López Albert, mucho más cómodo ahora trabajando para otros; y a Julio Monterrubio, que siempre permanece en la recámara dispuesto a ponerse en marcha en cuanto las circunstancias lo requieran. Por ejemplo, en un posible renacimiento de Nou Campanar el próximo ejercicio si se tercia.

Quedarán por desvelar los dos proyectos no federados. Está el comentado de Federico Mistral-Murta, que tendrá que desembarazarse de las dudas que se ciernen sobre los proyectos experimentales. Malvarrosa, que desde hace años va a la suya y que sigue plantando un proyecto capaz de pelear por no ser el participante que no se lleva premio, algo que ha logrado con éxito en los últimos dos ejercicios de la mano de Antonio Verdugo. Y Mercado Central, que el año pasado dio con la tecla y que se postula para la zona media-alta de la mano de Vicente Martínez Aparici.

Fiesta máxima hasta el domingo

Las obras se dieron a conocer anoche en la carpa instalada en Nuevo Centro, dentro de la gran feria Una Festa per a Tots, que organiza la Federación. Desde ayer, y hasta el domingo, se prevé que miles de personas acudan a contemplar el avance de estos proyectos. La enorme cantidad de visitantes „que tendrán a su disposición también actividades recreativas, debates, etcétera„ no deja de ser un alivio y una demostración de que, aparte del entusiasmo que genera el fenómeno «falleramayorista», también el «monumentalismo» vive un momento dulce de aceptación y seguimiento.