Algo más de medio centenar de presidentes de falla se sumaron a la protesta por el traslado de la asamblea desde el hemiciclo del ayuntamiento al Palau de la Música. La reunión empezó más tarde del horario previsto y, en el momento de acceder en tropel los presidentes que la secundaron al interior de la Sala Iturbi, ésta ya contaba con bastantes asistentes.

La protesta fue realizada como contestación tanto por el cambio de ubicación como por el hecho de que no se hubiera consensuado con las fuerzas vivas del mundo de las fallas. El concejal de fiestas, Pere Fuset, justifica el cambio en una cuestión de seguridad y de la falta de aforo en la dependencia municipal. Ayer, la sala del Palau de la Música acabó estando prácticamente llena.

Se trata del primer movimiento de contestación que se materializa, aunque no de forma mayoritaria, ante el nuevo equipo rector de la fiesta.