A lo largo de los últimos años se han intentado diferentes fórmulas para salvar un festejo que, en su era moderna, parece haber caído en una clara decadencia. El vicepresidente de festejos, José Manuel Acosta, se reunió con gran parte de las comisiones participantes en los años anteriores para tratar de encontrar una fórmula que la convierta en un festejo verdaderamente atractivo.

Las partes han acordado seguir la «tormenta de ideas» en próximos días, pero hay varios conceptos en los que se ha avanzado: se mantiene la idea de seguir mezclando a infantiles y mayores, pero sería más conveniente trasladarla a la jornada de sábado (día 27). Desde la JCF se ha recomendado darle un carácter más crítico, en el que primara más el mensaje que la ejecución de las comparsas. Y también que se reduzca el cortejo, pasando de la docena y media de participantes a una cantidad sobre las diez. Esto no eternizaría el acto, mantendría el interés del público y permitiría enlazarlo con el disparo de una «mascletà» nocturna. También así habría más cantidad de dinero a repartir por participante. La intención general sería también la de conservar el carácter competitivo de la misma.

En el programa electoral de Compromís, se planteaba la creación de tres Cabalgatas, siendo la primera de ellas la «Cavalcada de la Plantà», ligada a la revitalización de la falla municipal, junto con otra de «Festes Valencianes», relacionada con la ya desaparecida del Reino y la actual del Foc. No se hacía referencia en dicho programa a la pervivencia de la del Ninot, que habría que considerar asumida por la de la «plantà». Pero esto, salta a la vista, y también vistos los presupuestos de 2016, que es una idea que no se pondrá en práctica este año.