Más allá de la tormenta política que ha provocado en el equipo de gobierno por la abstención de València en Comú, los presupuestos de la Junta Central Fallera se aprobaron con tres votos a favor y cuatro abstenciones. Y son unas cuentas que permiten vislumbrar que el ejercicio de 2016 será continuista y que sólo a partir de 2017, con tres ejercicios y medio por delante, es cuando podrá observarse una mayor audacia, si la hay, en una gestión, la fallera, que no permiten tampoco unas grandes revoluciones. Sobre todo, si se tiene en cuenta que las falleras mayores, los festejos, la cultura y las relaciones públicas se «comen» gran parte del presupuesto y no se está dispuesto a renunciar a ello. Y que, por mucho que se pueda pretender cambiar, tampoco se va a modificar de arriba a abajo el día a día festivo.

Viene esto a cuenta de que las cuentas son muy parecidas a las del ejercicio que está a punto de finalizar. El propio concejal Pere Fuset los definió como unos presupuestos «de transición. No vamos a negar que las cuentas son habas contadas. Lo que vamos a hacer es ponerlo en marcha y a partir de que hayamos completado un ejercicio es cuando podemos empezar a pensar qué se puede mover, siempre con la idea de mejorar».

17.500 euros para el Plan Unesco

Y prueba de ello, por ejemplo, es que las partidas habitualmente más grandes siguen siéndolo. Y que no hay ninguna actividad que «caiga», incluyendo la Gala Fallera, la despedida de las falleras mayores o la totalidad de concursos y actividades.

Sí que hay algunas novedades, como la inclusión de una partida de promoción de la candidatura de la Unesco (17.500 euros) o los vente mil cuyos gasto decidió la Asamblea de Presidentes.

Fuegos para la discordia

Están las nóminas, como las del personal de secretaría (77.000) y las de dirección (61.800). Aunque la partida singular más importante es la del pago de fuegos artificiales, con 228.000. A pesar de ello, ésta fue la que propició la abstención de la representante de Ciudadanos, Amparo Picó, al considerar que no aumentaba respecto al año pasado «cuando se ha prometido que iba a aumentar. Y si un compromiso es honesto, debe quedar reflejado». También se mostraron disconformes con partidas como la Crida y la Despertà, que tienen montantes similares a los de 2015, cuando la ejecución de éstos fue muy superior a la hora de la verdad.

El Partido Popular también se abstuvo en la votación, aunque Pere Fuset destacó que «no han dado razones. Tampoco han presentado una alternativa. Tampoco hubiese entendido que votaran en contra porque, si lo analizamos, es muy continuista y sería muy lógico que votaran en contra de unos conceptos que ellos mismos pusieron en práctica». Habría que interpretarlo en clave política, de la misma manera que Compromís no votaba a favor las cuentas de la JCF y lo decían. «Nosotros por lo menos exponíamos razones».

El montante total es ligerísimamente superior al del año pasado y, como debe suceder en este tipo de presupuestos, los gastos deben ser los mismos que los ingresos. Una buena gestión es la que queda «cuenta con paga» porque gasta todos los recursos. La Junta Central Fallera no es una máquina de producir beneficios ni, por supuesto, déficit. «Hemos procurado ser conservadores en partidas como las de patrocinadores. Tenemos muchas expectativas de mejorar, pero no podemos darlo por hecho. Hemos procurado contener gastos en actos como el de la Fonteta o en las cenas de despedida. También vamos a empezar a evitar que haya grandes cantidades de dinero en partidas de "gastos diversos", y que queden bien especificados».

Estas cuentas, ordenando las partidas, dan lugar a valoraciones muy curiosas. Por ejemplo, vestir a las falleras mayores y la corte cuesta tanto como hacer el Libro Fallero y casi tanto como la Crida.

Arrendar el teatro para el concurso vale un poco menos que una de las exaltaciones. La Cabalgata más cara es la del Fuego, casi el doble que la del Ninot. Y tras el dinero de los fuegos artificiales, las partidas más importantes son los premios que da la delegación de festejos (incluyendo los premios de fallas) y el acto de la Fonteta. La Exposición del Ninot no aparece como acto separado, que hasta ahora sufraga en gran medida Nuevo Centro.