La labor que desarrollan las comisiones de falla sobre las tablas es una de las más apreciadas en prácticamente todos los sectores de la fiesta. Los grupos de teatro falleros, que actuaron durante todo el otoño en sesiones nocturnas en el Espai Rambleta, acudieron anoche al Principal para conocer los ganadores de los premios. Una noche en el que el protagonismo fue para los actores, que fueron convirtiéndose a la vez en galardonados. Una noche que comenzó con una parodia en la que intervino la voz de un presunto Joan Ribó y que trató de convertir, a través del relato de Inma Guerrero, la pasión por hacer teatro en una sensación de tipo hasta sexual.

La liturgia establecida hace ya tiempo propicia que los interesados acudan con una nominación bajo el brazo, la cual han estado ya exhibiendo con orgullo en las semanas anteriores. Anoche, la Gala de la Cultura desvelaba los receptores de los codiciados «saragüells».

El plato fuerte era la obra larga, como es natural, y ahí se produjo ese ejercicio de ciencia no exacta que es un reparto de premios: ganó, con la obra «El mètode Gronholm», una experta y habitual, Rubén Darío-Fray Luis Colomer (venían de ser segundos el año pasado) y el segundo premio fue para Borrull-Turia, pero ni una ni otra tuvieron un sólo premio individual. Los de actor, dirección y montaje fueron a parar a otras galardonadas como Sevilla-Denia, Plaza del Negrito, Cádiz-Cura Femenía (del tercer a quinto premio de obra) y Actor Mora.

En la obra Corta A, a Fray J. Rodríguez no le fue suficiente para desquitarse de su ausencia forzosa en obra larga con cinco premios: director, actor principal, actriz de reparto y los dos jóvenes. Acabó siendo segunda mientras que la victoria fue para otro clásico, Giorgeta-Roig de Corella, que ganó el premio a mejor actriz.

En la obra corta B, Duque de Calabria hizo valer su enorme potencial ganando el primer premio junto con los de actor, actor de reparto, actriz de reparto y director.