La exaltación de Sofía Soler y la corte de honor cerró el ciclo de actos solemnes del Palau de la Música e inicia una nueva etapa, ya la definitiva, del calendario fallero. El espectáculo Catalejo y el cuento narrado por Carles Cano envolvieron el desfile siempre emotivo de las más pequeñas.

El acto reunió nuevamente los elementos tradicionales, sin ninguna innovación especial, lo que permitió que fuera del agrado de los asistentes o, por lo menos, de aquellos que sí que prestaron atención al discurso.

A partir de este acto, las 26 falleras no sólo llevan ya las bandas acreditativas, sino la totalidad de sus trajes oficlales. La repesentación institucional estuvo encabezada en esta ocasión por el presidente de las Corts Enric Morera, a parte de las lógicas autoridades municipales como Joan Ribó y Pere Fuset como actores obligatorios del mismo.