La entrada a la Exposición del Ninot rebasó ayer cualquier expectativa y viene a confirmar no sólo el éxito de la idea de trasladarla a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, sino la necesidad de reformar alguno de sus aspectos ya de cara al próximo año, a la primera de cambio. Ayer hubo momentos en que la cola fue de tal tamaño que las comisiones llegaron a tardar cerca de una hora en poder entrar. Resulta evidente que el cambio está motivado por el traslado puesto que las ediciones anteriores en Nuevo Centro también eran un éxito de convocatoria, pero ni requerían esperas tan prolongadas ni se generaban colas tan interminables, que habrían colapsado las calles cercanas al centro comercial. Ayer, además, las colas remitieron sólo a la hora del almuerzo e incluso en domingo por la tarde volvieron a pesar de que, aparentemente, ya era un horario de menor expectación.

«El primer fin de semana se abrió una taquilla; el siguiente, dos y en éste, cuatro y a pleno rendimiento» resumía el responsable de la exposición, Marcos Soriano. En cualquiera de los casos, resulta evidente que hay que hacer cambios dentro de doce meses. Por ejemplo, la exposición infantil, que es con lo primero que se encuentra en visitante, estrecha el camino, por lo que se hace conveniente llevarla al final de la muestra. Por contra, ahora es cuando se celebra el cambio de última hora de hacer la salida del recinto por una puerta lateral, ya que la propuesta inicial de la ciudad de las Artes de salir por la misma puerta que la entrada habría sido un auténtico caos.