La Diputación de Valencia ha empezado los trámites para desarrollar un estudio sobre la sostenibilidad de la fiesta de las Fallas donde se valorarán tanto los aspectos económicos como los sociales y los ambientales con el objetivo de que tanto falleros como el resto de ciudadanos «sean capaces de disfrutar de unas fiestas más sostenibles».

Así lo indicaba, el diputado de Medio Ambiente, Josep Bort (Compromís), que detallaba que el estudio contará con la participación de todos los sectores implicados en la festividad y con la ciudadanía, y se acompañará de un manual de Prácticas Sostenibles en Fallas que se difundirá ampliamente. El diputado de la corporación provincial ha indicado que cada año se hacen nuevos avances y esfuerzos para minimizar el impacto ambiental de las Fallas pero «la tendencia todavía no es generalizada» ya la sostenibilidad «nunca ha sido una pieza clave en la planificación y evolución de la fiesta».

Así, puntualizaba que los materiales de construcción de los monumentos son, en la mayoría de los casos, altamente contaminantes ante la combustión, al tiempo que ha lamentado que la suciedad que ocasionan es, a menudo, «excesiva».

Para Bort, las Fallas «tienen que ser un ejemplo de avance hacia la sostenibilidad». En este sentido, añadía que «hay muchos procesos, muchas actas, muchas acciones en la fiesta donde la impronta de la sostenibilidad puede mejorar las Fallas y hacerlas más respetuosas con nuestro planeta, además de mejorar los recuerdos de los visitantes y enorgullecer a nuestros pueblos y a nuestras generaciones futuras». Así, explicaba que, desde sus orígenes, la fiesta ha crecido tanto geográficamente como económicamente, recibiendo un número importante de visitantes cada año, a la que se suma la actual candidatura a Patrimonio de la Humanidad y la difusión amplificada de las redes sociales, lo que hacen prever escenarios futuros con un mayor incremento de turistas con todas las ventajas y desventajas que esto tiene para la economía, la sociedad y el medio ambiente.