La falla de la Plaza del Ayuntamiento, del artista Manolo García, ha añadido a su colosal figura un espectáculo de luz y color que dispara el atractivo de lo que ya es el eje de la fiesta. Se trata de un montaje visual que se proyecta entre las 21.00 y las 24.00 horas de los últimos días de la semana fallera, consolidando así una iniciativa que llegó a la plaza de la mano de la vareta, una técnica que permite ver el interior de las figuras y que por su ausencia de cromatismo sirve de perfecta pantalla.

Cuando se presentó esta iniciativa ya se explicó que la falla municipal, que representa a un artesano de 23 metros de altura, sería utilizada como «una gran pantalla donde vamos a presentar un espectáculo de vídeo mapping en el que se explicarán alguna de las cosas que componen la fiesta de las Fallas y hacen latir ese corazón».

Eran palabras del concejal de fiestas, Pere Fuset, que explicó, así mismo, que cada media hora habría un pase, por lo que calcula que serán más de 100.000 personas las que podrán presenciarlo. Además, recomendó la visión frontal de la falla, que es el lugar donde mejor se aprecia todo el espectáculo.

El monumento «El mundo en Fallas», con el que Manolo García ha querido rendir homenaje a artistas y artesanos valencianos, es una «gran falla» en la que su creador «muestra su arte con la técnica de la vareta». De ahí que «el aspecto estético sea muy bueno» y que en la Plaza del Ayuntamiento se pueda ver «una muy gran falla» que, además, está «muy pensada para la cremà, que es el sentido último de la fiesta». «Vamos a disfrutar de una gran llama viva y un gran fuego en la Nit de la Cremà», pronosticó Fuset.

Del mismo modo, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, destacó que «es un monumento estupendo que simboliza muy bien el trabajo de los artistas falleros y la tendencia a utilizar la técnica de la vareta que hay en estos momentos».

«Creo que es un monumento muy poderoso en el que hay mucho talento», añadió Ribó, quien supone también que «arderá muy bien».

Ribó ha confesado estar «muy contento» de una falla municipal, la de todos los valencianos, «en la que está representado como símbolo el corazón de la gente, y especialmente de los falleros, un indicador muy claro de una voluntad de permanencia y de trabajo conjunto».

Y es que en el interior de la falla de Manolo García late un enorme corazón rojo y en todo el cuerpo de vareta se visualizan escenas de la fiesta, siempre con el fuego o la indumentaria valenciana como elementos más destacados.