Joan Ribó echaba ayer mano de humor. «Antes, en plan de broma, decía que me llegó un tuit que decía que yo iba a acabar con las Fallas: "Ribó ha conseguido acabar con las Fallas: ha mandado que hoy se quemen todas"». El alcalde de Valencia hizo ayer balance de las Fallas de 2016 y aseguró sentirse satisfecho. «Han sido unas fiestas mayores estupendas, con una gran participación», comentó.

Además, Ribó se mostró partidario, al término de la «mascletà» de ayer, de «objetivar» los criterios para los premios falleros, «sabiendo que objetivar la calificación de fallas es muy difícil». Este año no ha estado exento de las habituales polémicas por los premios de falla. En concreto, el primer premio de Cuba-Literato Azorín en la Sección Especial ha levantado ampollas en L´Antiga y, sobre todo, en Convento de Jerusalén-Matemático Marzal, dos de las favoritas.

Al respecto, Ribó no descartó «objetivar» los criterios «si se puede», aunque es consciente de la dificultad que comporta objetivar lo que en el fondo son calificaciones artísticas. Insistió en que en una entrega de galardones, «siempre hay gente que gana y gente que gana menos». Además, el primer edil dejó la decisión de trasladar el día de la Cremà a fin de semana en manos de los falleros. «Si ellos dicen A, será A», indicó, aunque insistió en que las Fallas «no son solo turísticas», sino también «la fiesta mayor de la ciudad».

Ribó destacó además las relaciones que las Fallas han entablado con el Burning Man, un festival artístico que se desarrolla en el desierto de Nevada, y con los enviados de la Ruta de la Seda, «que luego votarán para que las Fallas sean Patrimonio Inmaterial de la Humanidad».

El alcalde también aplaudió que han disminuido los problemas de movilidad en las calles «con una serie de medidas como poner puestos solo en un lado de las calles».

Ribó también desveló que durante la mañana de ayer visitó la calle Matemático Marzal, donde el pasado viernes falleció un anciano de 88 años. La ambulancia no llegó porque había demasiada gente. «He estado en la calle pero la ambulancia no pudo entrar porque había una aglomeración de personas, no de objetos». «No se puede poner un numerus clausus a personas que están viendo una falla», dijo Ribó, que destacó que hay «una serie de problemas» en algunas fallas porque son «espacios muy reducidos», pero comentó que han mejorado «la situación reduciendo el número de paradas»: «No sé cómo regular las aglomeraciones».

Por su parte, el primer teniente de alcalde de Valencia y presidente de la Fundación Valencia Turismo, Joan Calabuig, destacó la ocupación turística en la ciudad, que ha sido «casi del cien por cien» y la presencia de los representantes de la Unesco y la Ruta de la Seda, así como del secretario de la Organización Mundial de Turismo, Taleb Rifai. «Van a hablar muy bien de Valencia y el esfuerzo por proyectar la ciudad en el mundo se va a ver reforzado», destacó Calabuig.