El Ayuntamiento de Valencia promoverá en los próximos años unas fallas menos contaminantes y más innovadoras en cuanto al uso de materiales ecológicos que minimicen e impacto sobre la ciudad y el medio ambiente . Así lo acordó la junta de portavoces celebrada ayer por la mañana para hacer balance de las fallas de 2016, las primeras del tripartito formado por Compromís, PSPV y Valencia en Comú. El concejal de Innovación y segundo teniente de alcalde, Jordi Peris, explicó que el ayuntamiento quiere ser «referente y ejemplo» — de cara también a la Unesco—, en la promoción de unas fallas más sostenibles y ecológicas por lo que la falla oficial, la de la plaza del Ayuntamiento, será punta de lanza en la utilización de unos materiales menos tóxicos y contaminantes que el polietireno o corcho blanco, el más usado en la actualidad por los artistas falleros.
El ayuntamiento, según explicaron a este diario fuentes del gobierno municipal, no ha realizado hasta ahora estudios sobre el nivel de contaminación que se produce durante la «nit de la cremà», cuando en toda la ciudad arden 380 monumentos falleros, y cuales son sus consecuencias para la salud. La mayoría de los monumentos falleros están realizados con el corcho blanco, un material plástico de rápida combustión cuyo uso se ha generalizado por su ductilidad a la hora de dar formas y volúmenes.
La junta de portavoces valoró que los artistas falleros experimenten con nuevos materiales que ya se están investigando en algunas universidades. Es una medida que hay que tomar, apunta Peris a este diario, más si cabe teniendo en cu enta que las fallas optan a la declaración como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Más artesanía
En los últimos años, algunas fallas y artistas han recuperado técnicas y materiales tradicionales como la «vareta» de madera para realizar sus monumentos, la del ayuntamiento lleva dos años realizándose con este material, en combinación, eso sí, con las figuras de corcho blanco. Así las cosas la combustión la pasada «nit de la cremà» de la falla del ayuntamiento y su figura central fabricada con vareta fue bastante limpia en cuanto a emisiones contaminantes, en claro contraste con la «cremà» de la falla infantil, realizada íntegramente con poliestireno, que generó una considerable humareda negra en la plaza del Ayuntamiento.
En los talleres de los artistas falleros cada vez las técnicas de fabricación son más industriales y se imponen materiales como la espuma de poliuretano, un material de color amarillo que se utiliza como aislante en cubiertas y medianeras que está prohibido en algunos países europeos por su peligro para el medio ambiente, y que en algunos talleres se utiliza para mejorar los acabados y resistencia de las figuras, en ocasiones, sin ningún tipo de protección por parte de los trabajadores.
Unas técnicas que permiten producciones a gran escala cada vez más alejadas de las técnicas artesanales de los artistas falleras y los antiguos monumentos de cartón piedra.
Cambios para evitar el trato sexista y la cosificación de la mujer
Otro de los cambios que el nuevo gobierno tripartito quiere introducir en las fallas es el tratamiento y la imagen que se traslada de la mujer en los monumentos, en muchos de los cuales predominan mensajes sexistas y una visión cosificada de la mujer. En su programa electoral Valencia en Comú prometió conceder ayudas y subvenciones a las fallas que incorporen criterios de igualdad de género y de integración intercultural.
El nuevo ayuntamiento quiere superar las contradicciones que se generan en una ciudad que el 8 de marzo celebra el día de la Mujer y reivindica para ellas los mismos derechos que los del hombre y una semana después hace una exhibición de sexismo en los monumentos falleros que se plantan en la ciudad.
La reflexión sobre la mujer y las fallas debe ir, a juicio de la concejal de Educación y Acción Cultural, María Oliver, más allá de los monumentos. ¿Por qué la fallera mayor no puede pronunciar discursos e intervenir en los actos públicos relacionados con la fiesta?
