Las fiestas falleras de 2017 tendrán una sensible novedad en el paisaje urbano: desaparece la carpa de la comisión de Convento Jerusalén-Matemático Marzal, que se plantaba en la calle Xàtiva. La comisión dispondrá de un bajo que le servirá, a partir de ahora, para celebrar sus eventos sin tener que recurrir a una instalación efímera. Y, de esta manera, quedarán abiertos todos los carriles de esa vía rápida durante los días grandes de fiesta.

La «carpa de Convento» se había convertido, con el paso de los años, en un elemento habitual del paisaje en fallas. Sobre todo, por la extrañeza que causaba el ver una construcción de ese tamaño en la primera ronda (es la única que quedaba en las tres cinturones). Sin embargo, año tras año obtenía la licencia municipal. Se aducía para ello que la instalación no cegaba la circulación, puesto que en línea recta, lo que encontraban los vehículos era la entrada al aparcamiento de San Agustín.

Sin embargo, la carpa no dejaba de ser un problema de movilidad. Especialmente, entre los días 10 y 15, cuando la ciudad todavía funciona con cierta normalidad y todavía no se han puesto en marcha las restricciones al tráfico rodado por el centro de la ciudad.

Con la llegada del nuevo equipo de gobierno ya se sabía que esa carpa iba a tener los días contados. Ya en las pasadas fiestas hubo un amago de no autorizarla y, de hecho, la comisión empezó a buscar espacios alternativos, como el patio de recreo del Colegio Lluís Vives. Finalmente sí que obtuvieron la autorización, pero a sabiendas de que habría que «mover ficha».

«Dispuestos a colaborar»

El propio presidente de la comisión, Santiago Ballester, aseguraba que «nuestra intención ha sido desde el primer momento colaborar. Nadie nos puede negar que si hemos estado ahí, es porque se han obtenido los informes y las licencias correspondientes. Pero somos conscientes de que hay que ayudar. Y afortunadamente, se han dado las condiciones para poder cambiar a partir de este ejercicio».

La comisión ya había retrasado la instalación de la carpa al último plazo del bando municipal, a partir del día 10 de marzo. Las mayores molestias que generaba era desde esa fecha hasta el día 15. A partir de ese momento, con el cierre general del centro, la calle Xàtiva se convierte en una gran zona peatonal.

También en las pasadas fiestas la comisión vio reducido el número de paradas de venta ambulante que se instalan en la calle Convento Jerusalén por las nuevas ordenanzas.