Las normas que se entregó a las falleras de 2010 están encabezadas en esta ocasión, por la totalidad de la directiva: Félix Crespo, Vicente Fayos, Jorge Guarro, Begoña de la Concepción, José Boix, Mari Carmen Rodríguez y José Luis Vaello.

El texto es más extenso que el de 2008 y lo más llamativo del mismo es que añade nuevos aspectos. Por ejemplo, la prohibición de fumar o utilizar dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles o cámaras de fotos o consolas. Varios de estos artículos se repiten textualmente o con ligeras modificaciones en el libro de estilo de 2017.

En clave de vestimenta prácticamente no hay cambios: se sigue hablando de la conveniencia de no utilizar «prendas excesivamente cortas o llamativas» porque las falleras «deben dar la imagen que de su cargo se espera», y que todas ellas «recibirán información de como deberán de vestir en los actos a los que tengan que acudir de particular».

Y ya aparece alguno de los artículos que han suscitado discrepancia en clave fallera. Por ejemplo, que desde la proclamación en el ayuntamiento «en ningún caso podrán actuar como falleras mayores salientes de sus comisiones». Más aún, ya en ese momento se dice una de las cosas que más confusión y malestar ha creado en el ámbito de las comisiones en la edición de este año: no poder ejercer de salientes «ni para actos internos» y ya entonces se establece la comparación de que estar en la corte de honor «es superior a cualquier función que puedan tener en sus propias comisiones».

La relación con los padres sigue siendo de «segundo término», pero, en todo caso, aumenta el número de actos en los que se promete que los progenitores sí que tendrán acceso a determindos privilegios (lugar en la tribuna, tickets y entradas). Si en las normas de 2008 eran seis actos, ahora suben a once.

Otras adiciones hacen referencia al peinado, que será «de las tres rayas y los tres moños» (norma modificada por la actual directiva, que alterna las tres rayas y moños por una raya y moño único), la prohibición de conceder entrevistas sin comunicarlo previamente a la JCF, la de utilizar el nombre y la imagen de fallera mayor o corte como anuncio o reclamo publicitario o que deben ser conscientes de que se las puede avisar con muy poca antelación para acudir a un acto que surja inesperadamente.

En este documento, que firman a pie de página la vicepresidenta de protocolo, Begoña de la Concepción y el delegado de relaciones públicas, Nacho Burgos, se remata con el mensaje de que «la única intención desde la JCF es que la máxima representación del mundo fallero desempeñe con la mayor dignidad su cargo, intentando aconsejaros» y recordndo que «el tren sólo pasa una vez y vosotras estais subidas en él. Disfrutar de este viaje único».

Este documento no lleva adjunta ninguna hoja en la que las protagonistas (falleras o padres de infantiles) firmen el «enterado».