El alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha dado su «apoyo total» al concejal de Fiestas, Pere Fuset, tras la polémica por las normas sobre la vestimenta de calle de las falleras. Aunque entiende que este reglamento es «casposo» y que fue un «error garrafal» hacerlo firmar a las integrantes de la corte de honor, el alcalde apoya la gestión de su concejal y deja en sus manos la posibilidad de que haya destituciones en la Junta Central Fallera.

El alcalde ha explicado que no hay dimisiones por este motivo, «al menos hasta hace media hora», y mostró su confianza en la gestión del concejal, al que en principio no dio su apoyo explícito pero al que luego apoyo contundentemente cuando los medios se hicieron eco de las dudas. Es más, ha dejado en su mano las posibles dimisiones en la Junta Central Fallera, según él mismo ha explicado.

Joan Ribó ha calificado de "error monumental" las normas sobre la vestimenta de calle de las falleras y ha dicho que "lo bueno de esto es que se han conocido y podemos cambiarlas". Asegura que el mayor sorprendido ha sido él, ya que no conocía la existencia de este protocolo, que ahora se modificará en su totalidad o en parte ciñéndose a los principios de igualdad.

Ribó no cree que sea un problema de independencia de la Junta Central Fallera. A su juicio, los falleros tienen que entender que las normas tienen que adaptarse a las nuevas exigencias de la sociedad y en este caso, además, se trata de normas que no deberían haber existido nunca.