Pere Fuset visitó ayer la sede de LevanteTV para actualizar su versión sobre la polémica y acabó reconociendo que el texto dado a firmar por las 26 falleras «no me gusta. Es la autocrítica que puedo hacer. No es apropiada. Es un tema que no se ha gestionado bien y asumo la responsabilidad. Aunque se haya hecho con buena voluntad». Según aseguró, se enteró del contenido del articulado cuando ya se había confeccionado y dado a firmar. «Y cuando conocí el contenido anuncié su cambio. Me chirriaba. El lenguaje de algunas de las normas no eran adecuadas. Cuando conocí el contenido, que fue mucho corta y pega de las normas que ya existían, es verdad, pero cuando no tenía remedio ví que era inadecuado. No me puedo sentir identificado».

Fuset trató de buscar una buena intención a la redacción y entrega de los 80 artículos. «Lo aprobaron otras directivas y lo hicieron como "normas de obligado cumplimiento". Nuestra intención era darlo públicamente para mayor transparencia. Y salta a la vista que lo que requiere, y rápidamente, es una redacción nueva».

¿Piensa dimitir tras la tormenta política? «Sería una irresponsabilidad abandonar, y más cuando hay una intencionalidad política: desgastar al Gobierno».

Dicho esto, tampoco escatimó críticas hacia su rival político Félix Crespo: «algo hemos avanzado. El domingo decía que no había ningún documento. Luego, que era un borrador, después, que sí que había. Claro que había. Existen y existieron y cuando reconoce que se entregaban si se pedían es una forma de acabar de recular». No parece previsible la entente entre antagonistas en un futuro inmediato: «los tenían escondidos y encontrarlos ha sido una cuestión de verdadera intriga palaciega».

Y, precisamente, sobre la crítica a la potestad de los acompañantes para decidir si una fallera va o no "adecuadamente" vestida, reconoció que fue «inadecuado» y contraatacó diciendo que «lo mismo me gustaría escuchar de las normas anteriores cuando ponía que la fallera mayor, y cito textualmente, "no puede tener iniciativa propia"».