Barón de San Petrillo-Leonor Jovani está de enhorabuena. Aunque hay referencias de fallas por la zona en 1911, consideran como pioneros aquellos que plantaron en 1942 y por eso, la comisión celebra este año el 75 aniversario. Al que llega con un buen estado de salud y, sobre todo, con una admirable trayectoria en el aspecto esencial: el monumento fallero lleva abonado a la zona alta desde hace tiempo. Ignorando tentaciones, siempre hay una buena partida presupuestaria para plantar y quemar. «Repetimos una vez más en Segunda A, pero nos ha caído un grupo este año... siempre hemos tenido los pies en el suelo y hemos creído en la necesidad de hacer buenas fallas. Será el décimo año que nos planta Arturo Vallés, que está plenamente implicado con nosotros». El próximo sábado tendrá lugar la presentación del proyecto a la comisión.

Pero el aniversario será recordado por una situación inusual que lucen este año. En la era moderna son numerosos los casos de reinado doble: hermanas o hermanos, gemelos o mellizos, han compartido el trono. Dos falleras mayores, presidentes o fallera y presidente.

La comisión de Benimaclet ha ido más allá: un «doble-doble». Pablo y Oscar Manzanares Martín-Portugués y Miriam y Lucía Ayora Gómez. «Les llegaba ya la edad y estaba medio hablado el tema: si se animaban unos, los otros también» relata el presidente, Vicente Julián Magdalena. «Se apuntó a los chicos para ser presidentes infantiles y hacerlos el mismo año. Entonces vinieron detrás las niñas». Ellos, mellizos; ellas, gemelas. «En nuestra comisión apuntas el nombre y, si hay más de una candidata, se decide por antiguedad en la comisión». Aquí, el «pack» era indisoluble y las niñas conocieron su nombramiento al más puro estilo hemiciclo municipal. «Ellas no lo sabían y el día del nombramiento hay una fiesta infantil en la que la fallera mayor saliente abre el sobre y lee el nombre. En este caso fueron... los nombres».

A partir de ahí, una comitiva de seis personas, porque se completa con la fallera mayor, que en este caso sí que es una, Anna Soro Soler. ¿Se comen los cuatro niños a los dos adultos? «A un presidente, una situación como ésta le hace mucho gozo. Son niños, con lo que eso significa, pero son muy "bonicos". Es una alegría enorme vivir en un año tan especial una situación así». Por cierto, una monarquía con separación de poderes: «Cada presidente va con una fallera mayor y no se cambian». Pablo con Miriam y Oscar con Lucía.

Benimaclet es más barrio que pueblo. «Nos conocemos todos» y conserva liturgias que se pierden en la impersonalidad de la urbe: los protagonistas de esta tarde exhibieron sus trajes y regalos en el casal, una costumbre que se da sólo en zonas privilegiadas de la ciudad, las que conservan identidad propia. Las bandas y fotos se han exhibido en una óptica. La fiesta de hoy será en la sala Olympia. Muy cerquita.