Las instituciones dan por cerrada la polémica sobre el efecto bola de nieve que se ha suscitado alrededor de las Fallas en los últimos días: la presentación de una reprobación contra las decisiones tomadas por la directiva de la Junta Central Fallera en lo tocante a las Normas de Protocolo de falleras mayores y cortes de honor y de las poesías del Libro Fallero sin contar con la asamblea de presidentes; la desclasificación de dichas normas de protocolo y la posterior confirmación del proceso reprobatorio. El alcalde delega en su concejal de fiestas la resolución final del conflicto y la Generalitat se felicita de la retirada del documento en cuestión.

Precisamente, la comparecencia de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, el viernes de la pasada semana, es lo que multiplicó el efecto al criticar las normas abiertamente. Ayer, la portavoz no sólo elogió la «reacción rápida» al retirar el manual sino que advirtió que, al no estar vigente, ya no se harán recomendaciones sobre ellas por parte del Instituto Valenciano de la Mujer y de la Conselleria de Igualdad. En su lugar, Oltra aseguró que lo que se harán son unas recomendaciones «más genéricas» para el mundo festivo y asociativo. Dicho de otra forma, reglas de oro aplicables a cualquier tipo de colectivo.

«Ya no está en vigor»

Hay que recordar que, la semana pasada, Oltra dijo que estudiarían el documento de la discordia y que desde el Instituto Valenciano de la Mujer y desde la Conselleria de Igualdad se harían las recomendaciones necesarias para que éste se adecuara a lo que deben ser, ha dicho, «unas políticas públicas de promoción de la igualdad entre hombres y mujeres». Ahora, sin embargo, «el texto ya no está en vigor», por lo que no hay que analizarlo.

Ribó: «puede haber desacuerdo»

También faltaba por conocer la opinión del alcalde, Joan Ribó, quien se pronunció por primera sobre el tema. Y lo que hizo fue aceptar la decisión de la asamblea fallera. «Creo que a veces una asamblea puede estar en desacuerdo con el presidente de la Junta Central Falera». Y centró la cuestión de la polémica en el procedimiento, la vulneración de las prerrogativas de la asamblea fallera: «de alguna manera, la reprobación tiene el significado que digo claramente el presidente que inició el proceso (en alución al presidente de Pizarro- Cirilo Amorós, Vicente Boluda), tiene un significado determinado, que no estaban de acuerdo con los mecanismos y ya está».

Y trasladó la finalización del tema a su concejal, Pere Fuset.«Desde mi confianza en el presidente de la Junta Central Fallera, es él quien tiene que gestionar el tema». A lo largo de los últimos días, representantes institucionales han coincidido en confiar en la gestión del edil, pero instándole a que adopte alguna decisión.