El viaje hacia el Patrimonio inmaterial de la Humanidad ya no tiene retorno. Ayer, cuatro representantes de las instituciones valencianas partieron hacia Etiopía para estar presente en la sesión del Comité Intergubernamental de la Unesco que empieza mañana, lunes, en la capital de Etiopía, Adis Abeba.

Por parte de la Generalitat viajan Antonio Bravo, subdirector general de Patrimonio Cultural y Museos y la jefa de servicio de Patrimonio, Consuelo Matamoros. Por el ayuntamiento lo hacen el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset; y el secretario general de la Junta Central Fallera, José Martínez Tormo, que es además uno de los responsables y redactores del informe presentado como candidatura ante el organismo internacional que ha obtenido el beneplácito de la comisión evaluadora. El concejal no podía ocultar ir «con ese punto de temor que es normal, pero con toda la ilusión del mundo porque estamos ante una oportunidad histórica. Ojalá volvamos con un reconocimiento que es, sobre todo, un premio a todas las generaciones de valencianos que han hecho posible lo que ahora son las fallas».

El cartel, algún elemento promocional, unos pañuelos y una senyera formaban parte del equipaje, más allá del hecho, tangible, de que el trabajo ya está hecho. Ahora, en todo caso, falta, si se consigue, «que todos sepamos apreciar lo importante que puede ser», dijo Fuset. En este caso se ha descartado la presencia de la fallera mayor de Valencia porque la reunión no se presta en teoría a «hacer pasillos». Ni siquiera está garantizado que pudiera dirigirse a los miembros del «jurado». De hecho, ayer todavía se estaba cuestionando si el concejal podría disponer de un par de minutos dentro de la exposición de la candidatura, que debe llevar a cabo el delegado enviado por el Ministerio de Cultura „a quienes se unieron en el aeropuerto de Barajas„. Y aunque no se ha dicho públicamente, el hecho de que se celebre en Etiopía, por mucha seguridad que haya, se miraba con un evidente punto de precaución. Raquel Alario y el resto de falleras estarán pendientes en Valencia y son las que presidirán la celebración y la que hará las primeras valoraciones, junto con el alcalde Joan Ribó, en el caso de que se confirme la concesión.