Miles de personas se reunieron ayer noche a los pies de las Torres de Serranos para celebrar y decirle al mundo junto a sus falleras mayores que las Fallas son por fin Patrimonio de la Humanidad. Si la «crida» de cada primavera es una llamada al mundo a que acuda a participar de las fiestas josefinas, la de ayer era una orgullosa celebración familiar, la del mundo fallero y los ciudadanos de la Comunitat Valenciana, a la que se invitaba a todo el planeta, para que se sepa que lo que siempre ha sido patrimonio de los valencianos ahora lo es a escala mundial. Y las falleras mayores Raquel Alario y Clara Parejo lo hicieron en diez lenguas desde las Torres de Serranos.

La celebración no pudo tener lugar la semana pasada debido a las previsiones meteorológicas que amenazaban el montaje del evento. Incluso mucha gente acudió entonces a la crida que no pudo ser. Y ayer se notó que había hambre de fiesta fallera.

Las Fallas se presentaron ante la Unesco resaltando que las fiestas de la pólvora, el fuego y la música, son también vertebradoras de un pueblo que se vuelca en las calles y los casales como ayer quedó patente en el «cap i casal», a donde acudieron vecinos de todas las comarcas de la Comunitat Valenciana.

Al acto asistieron el president de la Generalitat, Ximo Puig, y la vicepresidenta Mónica Oltra, acompañados de los consellers Vicent Soler, Carmen Montón, Vicent Marzà, y el president de las Corts Valencianas, Enric Morera. Asimismo, estuvieron el alcalde de Valencia, Joan Ribó, junto con el gobierno municipal, representantes de todos los grupos políticos en el ayuntamiento y la presidenta del PPCV, Isabel Bonig. No pudieron faltar también a esta cita quienes han representado a las Fallas en su historia, por lo que a pie de calle estuvo un nutrido grupo de exfalleras mayores de Valencia que lo pasaron en grande y haciendo piña desde el primer minuto.

«Hemos hecho historia»

Tras las música y los aplausos multitudinarios, la fallera mayor Raquel Alario, señaló en valenciano que «tras un largo camino de trabajo y de ilusión compartida, hemos conseguido hacer historia». Así, agradeció a la Unesco «haber entendido que las Fallas forman parte de nuestra identidad como pueblo valenciano y que son esencia de una tierra dinámica, abierta e integradora». Alario quiso destacar, emocionándose, que «estamos orgullosos de defender nuestras raíces, nuestra cultura, nuestra lengua y nuestras tradiciones» e instó a los valencianos y a los falleros a «tomar conciencia de la fuerza de nuestro colectivo. Tenemos la responsabilidad de cuidar, respetar, promover y defender nuestras tradiciones».

A continuación, junto a la fallera mayor infantil invitaron al mundo entero a conocer y vivir «nuestro patrimonio». Lo hicieron, entre sonoros aplausos, en diez lenguas: valenciano, castellano, inglés, italiano, francés, ruso, chino, euskera, gallego, inglés, e incluso en lenguaje de signos, este último junto a todas las falleras del palco.

Finalizado el parlamento, llegó el momento de una espectacular proyección sobre las monumentales puertas que las engalanó de flores o incluso las convirtió en estructuras árabes, arrancando los aplausos del público al ir apareciendo todos los municipios de la Comunitat Valenciana y el extranjero en los que se celebran las Fallas.

El piromusical de Ricardo Caballer que llenó de fuego y explosiones las Torres al son de la música y el himno autonómico dejaron al público boquiabierto antes de la «cremà» del monumento. Así, ayer al «Visca València!» y el «Visquen les Falles!», se sumó un sonoro: «Visca el nostre patrimoni!», que muy pronto volveremos a escuchar en la multidinaria cridà 2017, uno de los actos más esperados del programa de fallas 2017.